Vladímir Putin, presidente de Rusia, ha demostrado una vez más su lado más belicista al ordenar este jueves un ataque militar masivo contra Ucrania.
Putin lleva en la jefatura del Estado ruso desde el 2012, si bien había mantenido el mismo cargo en el periodo 2000-2008.
En todos estos años, el país ha tenido conflictos en regiones y estados vecinos, como Chechenia, Georgia o Siria o la propia Ucrania en el 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea.
El que fuera antiguo jefe de la KGB, el servicio secreto soviético, nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado (actual San Petersburgo), donde se licenció en Derecho.
Vinculado desde 1975 al KGB, entre 1985 y 1990 trabajó para este organismo en la ciudad alemana de Dresde, en el que escaló puestos hasta llegar a dirigirlo y que abandonó con el grado de teniente coronel.
A su regreso a San Petersburgo, fue nombrando ayudante del decano de la Universidad Estatal de esta ciudad, al tiempo que se introdujo en política en el ayuntamiento de su ciudad natal de la mano del alcalde, Anatoli Sobchak, del que comenzó siendo asesor.
Tras ser nombrado vicealcalde de San Petersburgo en 1991, trabajó a las órdenes de Sobchak, hasta 1996, cuando se trasladó a Moscú, el centro del poder.
Ejerció durante un tiempo como jefe de Intendencia del Kremlin, y en 1997 ya era subdirector del Gabinete presidencial; un año después, en julio de 1998, fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad, heredero del KGB.
A partir de este nombramiento se abrió paso hasta la cima del poder. Tras ocupar unos meses el cargo de secretario del Consejo de Seguridad del Kremlin, en agosto de 1999 el entonces presidente ruso, Boris Yeltsin, lo nombró jefe del Gobierno para poner orden en Chechenia.
El 31 de diciembre de 1999 relevó a Yeltsin tras su dimisión y el 26 de marzo del 2000 fue refrendado en las urnas con el 52.9% votos, asumiendo la Presidencia el 7 de mayo.
Elegido el 25 de enero del 2000 al frente del Consejo de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), el líder del partido oficialista Unidad siempre ha defendido un “Estado fuerte”.
Ganador de las elecciones del 14 de marzo del 2004, el 7 de mayo fue investido por segunda vez presidente.
Tras dos mandatos consecutivos que permitía la Constitución, no pudo presentarse a las presidenciales del 2008, pero sí participar más adelante en otras. Para ello aseguró su parcela de poder escogiendo al sucesor tecnócrata Dmitri Medvedev.
El 4 de marzo del 2012 volvió a aspirar a la Presidencia en unas elecciones, a partir de las cuales los mandatos son ya de seis años, según una reforma constitucional.
De esta forma el “hombre fuerte” de Rusia regresaba al Kremlin (de donde, en realidad, no se había ido) al ganar con el 63.6%. Pero oposición y ciudadanos denunciaron fraude.
En estos años ha estado en el punto de mira de la comunidad internacional por cercenar la oposición interna, como sucedió por ejemplo con el caso del espía Alexander Litvinenko, quien murió envenenado en Londres en el 2006, o más recientemente con el encarcelamiento del líder opositor Aleksey Navalny.
En marzo del 2014 dio una vez más muestras de su política de una Rusia fuerte al anexionar Crimea, perteneciente a Ucrania. Las protestas de los ciudadanos y la comunidad internacional devinieron en un conflicto que ahora vive un segundo capítulo, con la guerra sobre Ucrania.
Su nombre ha estado vinculado a los papeles de Panamá -en el 2016, el padrino de sus hijas, el violonchelista Serguéi Rolduguin, había creado empresas opacas allí con ayuda de compañías estatales rusas- o a interferencias en las elecciones de Estados Unidos que ganó Donald Trump.
Volvió a ganar las elecciones de marzo del 2018 y el 1 de julio del 2020 impulsó una reforma constitucional que le permitirá continuar en el Kremlin más allá del 2024.
También se aseguró la aprobación de una ley que le garantiza la inmunidad cuando abandone el Kremlim, lo que hace imposible que se le pueda juzgar en Rusia.
Ha estado casado con Liudmila Putina, de quien se divorció en el 2013 y con quien tuvo dos hijas.