El portal de noticias ruso independiente Meduza, bloqueado desde este viernes por las autoridades de Rusia, ha respondido a esas limitaciones desafiando a Moscú desde su “exilio” operativo, en la capital de Letonia, Rida, donde está ubicado desde el 2015.
El sitio web, que también publica noticias y comentarios en inglés, así como un resumen diario de noticias en inglés, publicó el jueves un editorial prediciendo su propio destierro.
“Estamos publicando este texto mientras todavía hay tiempo para que marquemos el comienzo de otro desarrollo histórico: Rusia ha introducido oficialmente la censura estatal. Dentro de unos días, tal vez hoy mismo, es posible que no queden medios independientes en Rusia”, avanzaba el texto.
Los sitios web de Meduza y Radio Svoboda, declarados “agentes extranjeros” en Rusia, fueron bloqueados este viernes a instancias de la Fiscalía general de Rusia, en medio de una ofensiva contra los medios críticos con el Kremlin.
La Fiscalía tomó la decisión de bloquear estos medios el 24 de febrero, coincidiendo con el inicio de la llamada “operación militar especial” ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, contra Ucrania.
Además del bloqueo de Meduza para los lectores en Rusia, la invasión rusa de Ucrania ha hecho que el acceso a noticias independientes sobre Rusia sea aún más difícil y peligrosa para Meduza.
Sus colaboradores pueden enfrentar cargos de traición por informar de lo que Rusia está haciendo en Ucrania, o por denominar la acción militar como “una guerra o una invasión”, dijo la gerente de Comunicación de Meduza, Katarina Abramova.
Meduza ya perdió la publicidad de Rusia después de que las autoridades lo etiquetaron como “agente extranjero” y ahora ya no puede cobrar tarifas a sus abonados debido a las sanciones a los bancos rusos, prosiguió.
Más de 50 colaboradores de Meduza en Riga, en varios puntos de Rusia y hasta en Ucrania, “están ahora en un mundo diferente, en el que vivían antes está arruinado”, afirmó Abramova.
Parte del personal del portal de Riga no podrá visitar a familiares y amigos en Rusia, no solo porque no hay vuelos, sino también por el peligro de persecución y arresto por parte de los servicios de seguridad.
Meduza se instaló en Letonia por ser país fronterizo con Rusia, donde se habla ampliamente el ruso y porque, hasta esta guerra, había un tránsito fluido entre Moscú y San Petersburgo. Ahora los vuelos están cancelados por parte letona y el espacio aéreo está cerrado para los aviones rusos.
El editorial de Meduza sostiene que Rusia ha regresado a los tiempos de la censura soviética, antes de la glasnost a fines de la década de 1980. “La exigencia de que nos refiramos a la guerra en Ucrania como una ‘operación militar especial’; las cartas pidiendo a los medios que eliminen los informes sobre la guerra; el bloqueo a los sitios web de Taiga.info, Doxa, The Village, TV Rain... estas acciones constituyen censura, simple y llanamente”.
El servicio de noticias Meduza se creó ante la presión del Kremlin sobre el oligarca ruso Aleksander Mamut, el propietario de lenta.ru, un portal ruso que alguna vez fue crítico y que llevó al despido de su entonces editora en jefe, Galina Timchenko, y a la renuncia. de la mayoría de su equipo de reporteros.
El nuevo sitio web logró rápidamente tres millones de visitas para su servicio en ruso y cientos de miles para sus noticias y análisis en inglés. Tuvo audiencia suficiente para atraer publicidad de empresas internacionales como McDonalds, así como de grandes anunciantes rusos.
“La historia de Meduza es la historia de la lucha por la libertad de prensa en Rusia. Trabajando en Letonia y dirigiéndose a audiencias en Rusia, Meduza también estableció estándares muy altos para la calidad del periodismo a nivel local. Meduza es una fuente muy valiosa para una comprensión de lo que ocurre en Rusia”, dijo a Efe Anda Rozukalna, profesora de periodismo y jefa del Departamento de Comunicación de la Universidad Riga Stradins.
Para Abramova, los análisis y noticias en inglés de Meduza ayudan a disipar la imagen de Rusia y los rusos como un monolito que apoya al presidente Vladímir Putin contra Ucrania.