El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un evento en la Casa Blanca luego del escándalo por sus afirmaciones sobre Haití y África.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un evento en la Casa Blanca luego del escándalo por sus afirmaciones sobre Haití y África.

(AP) El presidente Donald Trump acudió a Twitter para negar que haya usado cierto , durante una reunión privada con los legisladores, para referirse a algunas naciones de donde provienen los inmigrantes.


Sin embargo, ni él ni la Casa Blanca negaron tajantemente el más controvertido de sus comentarios: haber usado las palabras "países de mierda" para describir a las naciones africanas y decir que preferiría inmigrantes de países como Noruega.


Tres personas consultadas sobre una conversación extraordinaria en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en la que el presidente de Estados Unidos rechazó un acuerdo bipartidista sobre inmigración, dijeron que Trump cuestionó por qué Estados Unidos debería aceptar más inmigrantes de Haití y de "países de mierda" en África.


Las personas no estaban autorizadas a describir la conversación y hablaron con la condición de no ser identificadas.


De acuerdo con las personas al tanto de la conversación, Trump rechazó el acuerdo bipartidista sobre el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).


El DACA fue promulgado durante el gobierno del presidente Barack Obama y suspendió temporalmente la deportación de unos 800,000 jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños, traídos por sus familiares, y que ahora viven en Estados Unidos sin autorización legal.


Trump tuiteó el viernes: "El lenguaje que usé en la reunión de fue rudo, pero éstas no fueron las palabras usadas. Lo que fue realmente rudo fue la extravagante propuesta hecha ¡Un gran revés para el DACA!".


Sin embargo, el senador Dick Durbin, el único demócrata en el despacho presidencial, puso en entredicho la versión del presidente.
"Dijo estas cosas llenas de odio y las dijo reiteradamente", aseguró Durbin el viernes. “Cuando se le preguntó sobre los haitianos (Trump) dijo ‘¿haitianos? ¿Necesitamos más haitianos?’”, añadió.


Preocupado
Trump se mostró especialmente preocupado el viernes por la caracterización de sus comentarios sobre Haití. El mandatario se refirió a un informe publicado en el diario The Washington Post, que decía "sáquenlos" en referencia a que los inmigrantes haitianos deberían ser excluidos de cualquier nuevo acuerdo aprobado por el Congreso.


Trump argumentó: "Nunca dije nada despectivo sobre los haitianos que no fuera decir que Haití es, obviamente, un país muy pobre y con problemas".


"Nunca dije ‘sáquenlos’. Invento de los demócratas", escribió Trump. "Tengo una relación maravillosa con los haitianos. Probablemente debería grabar futuras reuniones: desafortunadamente ¡no hay confianza!".


La descripción despectiva de Trump de todo un continente sorprendió a los legisladores que asistieron a la reunión e inmediatamente revivió las acusaciones de que el presidente es racista.


"Las palabras usadas por el presidente, tal como me las relataron inmediatamente después varias personas que asistieron, no fueron ‘rudas’ sino que fueron aborrecibles y repulsivas", declaró el senador Jeff Flake.


"Creo que fue tonto, irresponsable e infantil", afirmó el representante Mike Simpson, republicano por Idaho. "Él es el presidente de Estados Unidos. Así no es como debe comportarse un presidente".


El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que el lenguaje vulgar fue "muy desafortunado y poco útil".


Trump no respondió a las preguntas que le gritaron los reporteros sobre sus comentarios durante un acto en el que firmó el viernes una proclamación por el Natalicio de Martin Luther King Jr., que es el lunes próximo. Calificó a King de un "gran héroe estadounidense".


Los comentarios también amenazaron con seguir poniendo en peligro las conversaciones sobre inmigración destinadas a extender la protección de cientos de miles de jóvenes inmigrantes, muchos de los cuales fueron traídos al país cuando eran niños y ahora residen ilegalmente en Estados Unidos.


El año pasado, Trump puso fin al DACA, que proporcionó protección contra la deportación a los llamados “dreamers” y los autorizó a trabajar legalmente en el país. Le dio al Congreso hasta marzo para llegar a un arreglo legislativo.


"Sospecho que los demócratas están sentados ahí diciendo ‘¿Por qué querríamos llegar a un acuerdo con él sobre cualquier cosa?’", dijo Simpson, un alto miembro de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes.


Los legisladores esperaban el jueves que Trump apoyara su acuerdo bipartidista y con ello terminara con una disputa que se ha extendido durante meses sobre cómo proteger a los “dreamers”, pero la Casa Blanca rechazó la medida propuesta, enviando nuevamente el tema a la incertidumbre, cuando faltan ocho días para que se cumpla un plazo que amenaza con paralizar el gobierno.


Durante su reunión, el senador Dick Durbin explicó que, como parte de la medida propuesta, se pondría fin a la lotería de visas que ha beneficiado a personas de países africanos y de otras naciones, explicaron las fuentes, aunque podría haber otra forma de que solicitaran el visado.


Durbin apuntó que se permitiría que la gente que huyó de desastres en sus países de origen, incluidos los salvadoreños, guatemaltecos y haitianos, se quedara en Estados Unidos.


La noche del jueves, Trump presionó por “un gran muro” y criticó la postura migratoria de los demócratas, al resaltar las dificultades de cualquier negociación.


“Los demócratas parecen determinados a que entren personas y drogas a nuestro país por la frontera sur, poniendo en riesgo miles de vidas en el proceso. Es mi deber proteger las vidas y la seguridad de todos los estadounidenses”, escribió en Twitter. “Debemos construir un gran muro...”.


¿Racista?
Los comentarios de Trump fueron llamativos incluso para los estándares de un presidente que ha sido acusado por sus opositores de actitudes racistas y que ha roto en repetidas ocasiones el decoro público que sus predecesores en general mostraban.


Trump ha afirmado sin tener alguna evidencia que Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, no nació en el país. Ha dicho que los inmigrantes mexicanos “traen crimen” y son “violadores”.


También afirmó que había “muy buenas personas en ambos bandos” luego de los hechos de violencia que se dieron tras un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en los que murió una persona.


La representante demócrata Kathleen Rice publicó la palabra “racista” en su cuenta de Twitter luego de que se dieran a conocer los comentarios del mandatario.


No solo los demócratas objetaron las palabras de Trump. La representante republicana Mia Love, hija de inmigrantes haitianos, dijo que los comentarios de Trump eran “insensibles, divisivos, elitistas y van en contra de los valores de nuestra nación”.


Agregó que “como líder de nuestra nación, su comportamiento es inaceptable” y que Trump debe de disculparse con los estadounidenses “y con los países que tan maliciosamente denigró”.


Trump ha dicho de sí mismo que es “la persona menos racista que podrían conocer”.