FMI
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El revisó a la baja su previsión del crecimiento para para este año, de 2% a 1.6% respecto a la que había previsto en abril pasado.

El Fondo recortó su expectativa para Argentina, país donde una fuerte crisis obligó a pedir ayuda financiera. Según el FMI, Argentina crecerá este año 0.4%, siendo que en abril tenía una expectativa de un avance de 2%.

Para el 2019, el FMI rebajó su expectativa para Argentina de 3.2% a 1.5%. No obstante, mencionó una "recuperación gradual" en el 2019 y 2020 "que se apoyará en una recomposición de la confianza bajo un programa de estabilización que tiene el soporte del FMI".

En junio el FMI aprobó un préstamo de US$ 50,000 millones para Argentina.

Con relación a Brasil, el FMI señaló que la recuperación de su economía avanza "a paso moderado". Así, el FMI rebajó su expectativa de crecimiento de 2.8% expresada en abril a 1.8%, pero mantuvo sin cambios la proyección de un aumento de 2.5% en el próximo año.

Recuperación a ritmo diferenciado

Sobre México, el FMI mantuvo por ahora su previsión de una expansión de 2.3% este año pero señaló que el panorama continúa "empañado" por las "incertidumbres sobre las relaciones comerciales con " caso las negociaciones para renovar el no tengan un fin exitoso.

Para el Fondo, a pesar de ese escenario sin definiciones la economía mexicana deberá avanzar en el 2018 apoyada en un fuerte crecimiento en Estados Unidos, pero en cambio recortó 0.3 puntos porcentuales su previsión para el 2019, de 3% a 2.7%.

De los siete países analizados por el FMI, las proyecciones se mantuvieron sin cambios este año para Colombia (2.7%) y Perú (3.7%).

En la visión de Werner, regionalmente se observa un impulso "diferenciado", ya que algunos países son 'empujados' por el crecimiento estadounidense mientras que en otros se registra una "recuperación más difícil".

A su juicio, eso ocurre porque las condiciones financieras globales se están endureciendo y hay presiones financieras en países "con fundamentos domésticos frágiles", o por incertidumbre política.

"La escalada en las tensiones y conflictos comerciales aumentan los riesgos a la baja para el actual panorama, considerado incluso su potencial impacto en la incertidumbre y las inversiones.