El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que los gobiernos que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles deberían dirigir su ayuda a los ciudadanos vulnerables en lugar de emitir subsidios generalizados que podría aumentar las tensiones en las finanzas públicas.
Más de la mitad de los 134 países encuestados dijeron que introdujeron subsidios o recortes de impuestos para suavizar el golpe de los aumentos vertiginosos de precios provocados por la guerra en Ucrania, dijo en un blog.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado fuertes aumentos en los precios de los alimentos y de los combustibles, agravando los problemas económicos globales, especialmente para las economías en desarrollo, que han tenido más dificultades que las naciones ricas para recuperarse de la pandemia de COVID-19.
“Las autoridades de política monetaria deberían permitir que los altos precios globales se trasladen a la economía nacional mientras protegen a los hogares vulnerables afectados por los aumentos”, indicó el FMI.
“Eso es, en última instancia, menos costoso que mantener los precios artificialmente bajos para todos, independientemente de su capacidad de pago”, sostuvo.
El blog del FMI señaló que los gobiernos habían pasado menos del aumento de los precios del petróleo a los consumidores en los primeros cuatro meses de este año que en el 2021, y agregó que los subsidios alentaron un mayor consumo de energía y, por lo tanto, las alzas de precios.
Las preocupaciones por la seguridad alimentaria pueden implicar que algunos gobiernos no tengan otra opción que introducir subsidios e, incluso, entregar alimentos básicos, dijo el blog, pero advirtió que se necesitan “cláusulas claras de caducidad” para el fin de la asistencia.