Las exportaciones de China volvieron a crecer inesperadamente en mayo a pesar del aumento de los aranceles estadounidenses, pero las importaciones bajaron a su mayor ritmo en casi tres años, en una nueva señal de una demanda local débil que podría llevar a Pekín a lanzar nuevas medidas de estímulo económico.
Algunos analistas sospechan que los exportadores chinos pueden haberse apresurado a procesar sus embarques a Estados Unidos para evitar los nuevos aranceles a bienes valorados en US$ 300,000 millones con los que amenaza el presidente Donald Trump, en una rápida escalada de la guerra comercial.
Pero es poco probable que el positivo dato de la balanza comercial reduzca los temores de una disputa arancelaria prolongada y costosa para Estados Unidos y China que podría hundir a la economía global en una recesión.
Las exportaciones de mayo de China aumentaron 1.1% respecto al mismo periodo del mes anterior, en comparación con las expectativas del mercado de un modesto declive, indicaron datos de aduanas.
"Esperamos que el crecimiento de las exportaciones en junio, posiblemente apoyados por los constantes embarques hacia Estados Unidos, pero después deberían derrumbarse en el tercer trimestre, cuando deberían cumplirse las amenazas de nuevos aranceles", dijeron economistas de Nomura en una nota enviada a clientes.
"Por lo tanto, creemos que Pekín posiblemente intensificará las medidas de estímulo para estabilizar los mercados crecimiento y la expansión", indicó.
Las distorsiones de operaciones vinculadas a un recorte del impuesto al valor agregado (IVA) también podrían haber disminuido, lo que mejoró las lecturas de exportaciones, añadió Nomura.
Analistas encuestados por Reuters esperaban que los envíos desde el mayor exportador mundial hubieran caído 3.8% respecto a un año anterior, después de sufrir una contracción de 2.7% en abril.
Aunque China no es tan dependiente de sus exportaciones como en el pasado, éstas aún constituyen casi un quinto del Producto Interno Bruto.
El superávit comercial de China con Estados Unidos, un tema irrita profundamente a Washington, se amplió a un máximo de cuatro meses de US$ 26,890 millones en mayo, desde US$ 21,010 millones en abril, según los datos publicados el lunes.
En tanto, las importaciones chinas fueron mucho más débiles de lo previsto, al caer 8.5% en el mes, la mayor baja desde julio de 2016. Este dato dejó al país con un superávit comercial de 41.650 millones de dólares en mayo.
Analistas habían previsto que las importaciones bajarían 3.8%, revirtiendo una expansión de 4% vista en abril que muchos analistas sospechan estuvo relacionada con el recorte del IVA.
En un hecho que destaca la demanda rezagada, las importaciones de cobre cayeron. El metal rojo, usado en la construcción y las redes de tendido eléctrico, es considerado clave para identificar la salud de la economía mundial.