El exjuez y actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, afirmó que los supuestos diálogos divulgados por The Intercept Brasil -que cuestionan su imparcialidad al frente de la operación Lava Jato- no pasan de un ataque "sensacionalista" y de un "revanchismo" por su trabajo.
"Pensé que saliendo de la magistratura y al asumir una posición de ministro, ese revanchismo, esos ataques a mi trabajo como juez que enfrentó la corrupción aplicando la ley, se acabarían. Pero por lo visto, me equivoqué", afirmó Moro en una sesión de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado.
"Hubo una invasión criminal [de teléfonos celulares] por parte de un grupo organizado con el objetivo de invalidar condenas por corrupción y lavado de dinero u obstruir investigaciones en curso, que pueden afectar a personas poderosas, o simplemente atacar las instituciones brasileñas", agregó.
La primera salva de filtraciones de presuntos mensajes de Moro y de fiscales de Lava Jato siembra dudas sobre la imparcialidad del exjuez de la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil y sugieren que pudo haber conspirado para mantener al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva fuera de la carrera presidencial de octubre del 2018.
Lula fue condenado por Moro en el 2017 a 9 años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero; fue detenido en abril del 2018 y su pena fue reducida desde entonces a 8 años y 10 meses.
Las elecciones del año pasado fueron ganadas por el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien designó ministro de Justicia a Moro, convertido en símbolo de lucha contra la impunidad.
Moro negó este miércoles haber tenido contacto alguno con Bolsonaro al proferir su primera sentencia, en julio del 2017.
También alegó que en el sistema judicial brasileño, donde el magistrado encargado de la instrucción de un proceso es el mismo que luego juzga el caso, "no es inusual que un juez converse con un abogado, con un fiscal, con la policía".
"Aunque no reconozca que los mensajes son auténticos o que puedan haber sido parcial o totalmente adulterados, muchas personas no identificaron, contrariando el sensacionalismo del sitio [The Intercept], ilícitos ni cualquier especie de desvío ético", sostuvo Moro, quien afirma no utilizar Telegram desde el 2017 y no poseer más los supuestos mensajes.
La operación Lava Jato, que desde el 2014 ha puesto al descubierto una vasta red de sobornos pagados por constructoras a políticos para obtener contratos con la estatal Petrobras, colocó a prominentes empresarios y políticos de casi todo el espectro tras las rejas.
The Intercept Brasil asegura que esa fue apenas una primera salva, pues dispone de un arsenal de mensajes en espera de divulgación.