Según los últimos datos, desde que comenzó la pandemia se han registrado 102,136 casos de coronavirus y 9,053 fallecimientos, lo que supone una ralentización en el crecimiento respecto a las cifras del día anterior. (Foto: EFE)
Según los últimos datos, desde que comenzó la pandemia se han registrado 102,136 casos de coronavirus y 9,053 fallecimientos, lo que supone una ralentización en el crecimiento respecto a las cifras del día anterior. (Foto: EFE)

El confinamiento que sufre España desde hace tres semanas está provocando la ralentización de nuevos casos de coronavirus y las hospitalizaciones, aunque el parón de la actividad económica ha provocado un histórico aumento del desempleo.

Según los últimos datos, desde que comenzó la pandemia se han registrado 102,136 casos de y 9,053 fallecimientos, lo que supone una ralentización en el crecimiento respecto a las cifras del día anterior, pero aún hay 5,872 hospitalizados en (UCI), que es lo que más preocupa a las autoridades sanitarias, por el riego de colapso del sistema.

Pero esta ralentización no se da de una manera homogénea ya que mientras en regiones donde primero comenzó la pandemia, como Madrid y el País Vasco, la tensión está aflojando, en otras como Cataluña, están viviendo la situación más crítica.

En Madrid este miércoles bajó por primera vez el número de ingresados en UCI, pasando de 1,514 a 1,502; en Cataluña, se registraron más de 1,800 personas ingresadas en estado grave, lo que ha obligado a los médicos a decidir “con criterios clínicos” qué personas ingresan en la UCI y cuáles no, en función de las patologías que sufren y de la calidad de vida que les espera si sobreviven.

Los problemas de saturación no solo existen en los hospitales de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, sino también en las más pequeñas del país como Soria o Segovia, donde además del gran número de pacientes, tienen escasez de personal.

Por otra parte, el número creciente de fallecidos, con incrementos de más de 800 diarios en los últimos cinco días, está provocando situaciones límite en los servicios funerarios, que no paran ni de enterrar y de incinerar cadáveres.

La saturación que sufrían los dos crematorios del Ayuntamiento de Madrid y las 28 instalaciones privadas por la región, obligaron esta semana a llevar a los difuntos a otras provincias para su incineración.

Otra de las consecuencias de esta pandemia es el parón que ha provocado en la actividad económica y que se ha traducido en un incremento del desempleo, que en el mes de marzo ha llegado al 9.31%, según los datos oficiales publicados este jueves, hasta los 3.54 millones de desempleados (302,265 más).

Cifras absolutamente excepcionales” respecto a un mes precedente, según explicó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los servicios y la construcción como los sectores más afectados.