La ONU estima que alrededor de medio millón de personas murieron en el 2019 por causas directamente relacionadas con el consumo de drogas, cifra similar a la del 2018 pero el doble que hace una década. Este aumento, según la ONU, apunta que "el consumo de drogas se ha vuelto más dañino".  (Foto: AFP)
La ONU estima que alrededor de medio millón de personas murieron en el 2019 por causas directamente relacionadas con el consumo de drogas, cifra similar a la del 2018 pero el doble que hace una década. Este aumento, según la ONU, apunta que "el consumo de drogas se ha vuelto más dañino". (Foto: AFP)

El Informe Mundial sobre drogas que Naciones Unidas publicó este jueves en Viena ofrece un análisis de la situación global del problema. Estas son las diez claves de la producción, tráfico y consumo de estupefacientes.

1) Más consumidores. Alrededor de 275 millones de personas consumieron alguna droga en el último año, frente a los 226 millones estimados en el 2010. Este aumento de 22% se debió en parte al incremento en la población mundial. La droga más popular es el cannabis, con alrededor de 200 millones de consumidores.

2) Más muertes. La ONU estima que alrededor de medio millón de personas murieron en el 2019 por causas directamente relacionadas con el consumo de drogas, cifra similar a la del 2018 pero el doble que hace una década. Este aumento, según la ONU, apunta que “el consumo de drogas se ha vuelto más dañino”.

Las drogas más letales son los opioides como la heroína, responsables de muertes por sobredosis y vinculadas a enfermedades como el VIH o la hepatitis C. Más de la mitad de las muertes se debieron a cáncer de hígado, cirrosis y otras enfermedades hepáticas crónicas derivadas de la hepatitis C.

El aumento refleja también el gran incremento de las sobredosis atribuidas al uso de opioides sintéticos como el fentanilo. Solo en Estados Unidos se registraron en el 2019 alrededor de 50,000 muertes por sobredosis.

3) El consumo crece en los países en desarrollo. El problema del abuso de drogas ya no es, como en décadas pasadas, un asunto de los países ricos. En el mundo se calcula que existen más de 36 millones de personas con problemas graves de drogadicción, un incremento importante desde los 30 millones calculados en el 2016.

A escala global, solo una de cada ocho personas con trastornos graves causados por las drogas recibe atención profesional y eso se da sobre todo en los países con más recursos. La llegada de una nueva generación de drogas sintéticas más baratas, la expansión del uso de opioides como el tramadol en África y el aumento de la potencia de las drogas se han conjugado para ofrecer una tendencia preocupante en países con menos recursos.

La ONU prevé que hasta el 2030 aumentará un 11% el número de personas que consumen drogas. Los países de bajos ingresos representan la mayor parte de este aumento. Mientras que en África el número de consumidores aumentará más del 40%, en los países ricos se prevé incluso un descenso del uno por ciento.

4) Más venta de drogas en internet. Aunque la venta de drogas en la web oscura -donde se accede con navegadores especiales para mantener el anonimato- surgió hace menos de una década, tiene ya una facturación estimada de US$ 315 millones anuales. Es sólo una fracción del negocio multimillonario de las drogas, pero se ha cuadruplicado entre el 2011 y 2017 y puede ser la base de un futuro bazar global que haga más accesibles las drogas. Naciones Unidas pide regular las criptomonedas, usadas en los pagos porque son muy difíciles de trazar, para frenar el crecimiento de este mercado.

5) Más cocaína, más pura y más barata. La producción mundial de cocaína se duplicó entre el 2014 y 2019 hasta alcanzar unas 1,784 toneladas, el nivel más alto de la historia. Durante el mismo período, las incautaciones de cocaína también se doblaron. Mientras tanto, el análisis de aguas residuales en Europa mostró un gran aumento en las cantidades de cocaína consumidas en el continente, junto a Estados Unidos, uno de los principales mercados mundiales.

Estos datos apuntan a un aumento del suministro de cocaína. También ha aumentado la pureza de esta droga en Europa en un 40% en la última década, lo que significa que la cocaína de alta calidad, de hecho, se ha vuelto más barata. En el mundo hay unos 20 millones de consumidores de cocaína.

6) El COVID-19 transforma el narcotráfico. Los mercados de drogas estuvieron bloqueados temporalmente en la mayor parte del mundo durante la primera fase de la pandemia de COVID-19, pero se han recuperado rápidamente. La pandemia aceleró algunas dinámicas que habían comenzado ya antes.

Entre ellas, el envío de grandes cantidades de droga ya que el transporte de pequeños envíos mediante “mulas” estuvo impedido por las restricciones a los viajes. También se usaron más las rutas terrestres o marítimas que las conexiones aéreas, aunque se detectó un mayor empleo de aviones privados.

7) El consumo de cannabis y sedantes como las benzodiazepinas aumentaron en casi todos los países durante la pandemia. Los cambios en los patrones de consumo de otras sustancias fueron menos claros, pero el informe señala que drogas usadas en un contexto social, como la MDMA y la cocaína, se consumieron con menos frecuencia debido a los confinamientos.

8) Una oleada de muertes por sobredosis en Estados Unidos. Casi 50,000 personas murieron por sobredosis de opioides en Estados Unidos, en el 2019, más del doble que en el 2010. En toda la Unión Europea los fallecimientos por sobredosis se situaron en 8,300 en el 2018, a pesar de que la población del bloque es mayor. Las muertes se atribuyen a opioides sintéticos como el fentanilo, hasta cien veces más potente que la morfina.

9) Cannabis más potente. La potencia del THC, el principio activo del cannabis, casi se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas en Estados Unidos. Al mismo tiempo que ha aumentado la potencia de esta sustancia, y con ellos los posibles daños que causa en los consumidores, ha bajado la percepción de riesgo entre los más jóvenes. El porcentaje de adolescentes que perciben el cannabis como dañino ha disminuido hasta en un 40% durante las últimas dos décadas. La ONU teme que esta percepción pueda llevar a un aumento del consumo de cannabis.

10) Afganistán también produce metanfetamina. El país asiático, de donde sale el 85% de la producción mundial de opio, se ha convertido también en un gran exportador de estimulantes sintéticos, como la metanfetamina. La irrupción de esta droga aumenta la complejidad de la situación y da más recursos a grupos insurgentes que luchan contra el Gobierno. En zonas de México con gran presencia del crimen organizado también se produce metanfetamina. En América del Norte, las incautaciones se multiplicaron por ocho, hasta 153 toneladas, entre el 2009 y 2019.

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