En junio de 1969, seis noches de protestas en Nueva York dieron inicio a la revolución gay. Esta semana la ciudad celebra el 50º aniversario y los logros obtenidos con seis días de fiesta multicolor, una demostración de fuerza en medio de crecientes señales de homofobia.
Unas cuatro millones de personas son esperadas en Nueva York para participar en lo que los organizadores llaman "las Olimpíadas del Orgullo Gay".
Habrá conciertos, obras de teatro, películas, exhibiciones, conferencias y un tour gratuito sobre el poeta Walt Whitman en Brooklyn para rendir homenaje al grupo de homosexuales, "drag queens" y transexuales que el 28 de junio de 1969 dijo basta al abuso policial y acorraló a un grupo de agentes dentro del bar gay Stonewall Inn, en Greenwich Village.
La multitud de eventos culminará el domingo 30 con el Desfile del Orgullo Mundial a lo largo de la Quinta Avenida, que pasará frente al Stonewall antes de encaminarse hacia Chelsea. Los organizadores esperan decenas de milles de manifestantes y más de 160 carrozas.
En el recuerdo estará siempre el primer desfile a favor de los derechos homosexuales, organizado el 28 de junio de 1970, un año después de los disturbios, cuando un grupo de gays marchó desde ese bar hasta el Central Park.
"Nunca nadie había antes caminado en pleno día, lejos de los bares, para celebrar y tener una suerte de fiesta hippie; eso era revolucionario", explicó Karla Jay, profesora, escritora y pionera de los estudios sobre gays y lesbianas.
"Gritar a la gente en las veredas: '¡Únete! Sal del armario. Dos, cuatro, seis, ¿cómo sabes que tu abuela no es gay?' Cantábamos cosas como esas".
El desfile se tornó cada año más numeroso y se extendió a muchas partes del mundo, aunque la homosexualidad aún está prohibida y es castigada en varios países.
"Lo que hicimos fue increíble. Terminamos con la invisibilidad. Ahora la gente sabe quiénes somos. Prenden la televisión, nos ven. Leen sobre nosotros en los periódicos. Nos escuchan en programas radiales. Ya no somos más invisibles", dijo uno de los veteranos de Stonewall, Mark Segal, de 68 años, que participó en ese primer desfile, arriesgando ser arrestado.
Madonna y Cindy Lauper
El festival del Orgullo Mundial 2019 comenzará este miércoles 26 con un concierto benéfico en Brooklyn, con la actriz Whoopi Goldberg como anfitriona y actuaciones de cantantes como Cindy Lauper y Chaka Khan. Durante el fin de semana, habrá conciertos de Madonna y Grace Jones.
El viernes 28, miles se congregarán frente al Stonewall Inn.
El desfile del Orgullo Gay de Nueva York es uno de los mayores del mundo, pero este año, a raíz del 50º aniversario, se esperan entre dos y tres millones de visitantes adicionales.
"Será enorme", dijo Cathy Renna, portavoz de los organizadores del desfile, famoso por sus exuberantes y atrevidos atuendos.
Amenaza extremista
La policía estará en extrema alerta, protegiendo una comunidad que perdió a 49 miembros en el tiroteo en la discoteca gay Pulse de Orlando, Florida, el 12 de junio del 2016.
John Miller, de la unidad antiterrorismo de la policía de Nueva York, destacó "la creciente amenaza de extremistas de ultraderecha que podrían también atacar a la comunidad LGBTQ".
Muchos acusan al presidente Donald Trump de exacerbar el sentimiento extremista.
Un nuevo sondeo publicado el lunes reveló que el número de estadounidenses de entre 18 y 34 años que dice sentirse cómodo interactuando con personas LGBT cayó a 45% en el 2018 desde 53% un año antes, y desde 63% en el 2016.
"Estos números son muy alarmantes y señalan una crisis inminente", dijo el jefe de la encuesta Harris, John Gerzema, al diario USA Today.
"En el clima político actual es incluso más importante estar aquí", dijo Jessica Inserra, una comediante de 42 años que llegó desde Los Ángeles a celebrar en Nueva York.
¿Muy comercial?
Las cosas han cambiado tanto en medio siglo que hoy en día políticos, bomberos y policías desfilan junto a la comunidad homosexual.
Y unas 70 empresas auspician el desfile, como Macy's, L'Oreal, Danone y Morgan Stanley, lo cual ha permitido elevar el presupuesto a US$ 12 millones, dijo Renna.
Algunos grupos gays sienten que el desfile se ha comercializado demasiado y ha perdido el espíritu rebelde de sus inicios, por lo cual han organizado una marcha alternativa, la "Marcha de liberación queer", sin famosos ni auspiciantes.
Renna, no obstante, destaca que solo el tamaño del festival ya muestra los avances del movimiento.
"El hecho de que cuatro millones de personas participarán es, para mí, una de las declaraciones más poderosas que podemos hacer".