El demócrata Joe Biden aventaja al presidente Donald Trump en las encuestas a menos de una semana de las elecciones en Estados Unidos.
Ya no habrá más debates, decenas de millones de estadounidenses ya han emitido sus votos de forma anticipada y el exvicepresidente de 77 años parece estar en rumbo a la Casa Blanca.
No tan rápido. Trump, de 74 años, tiene varias rutas potenciales hacia la victoria el 3 de noviembre y las más probables pasan por los estados de Florida y Pensilvania.
En el 2016, Trump perdió el voto popular ante la demócrata Hillary Clinton por casi tres millones de sufragios y es probable que ahora también lo pierda ante Biden.
Pero las elecciones presidenciales de Estados Unidos no se deciden por voto popular. Se deciden en un Colegio Electoral de 538 miembros y Trump podría encontrar una manera de reunir suficientes votos electorales para ganar.
Cada uno de los 50 estados del país tiene un número de votos electorales igual al número de miembros de la Cámara de Representantes más sus dos senadores. La capital federal, Washington DC, que no tiene representación en el Congreso, cuenta con tres votos electorales.
California, con 55 votos electorales, es el premio mayor de la elección, seguido de Texas, con 38; Florida y Nueva York con 29 cada uno; y Pensilvania, con 20.
¿Cómo se asignan los votos electorales? En 48 estados y Washington DC el vencedor del voto popular se queda con todos los votos electorales correspondientes al estado. En Maine y Nebraska se asignan por un sistema proporcional.
Un candidato necesita 270 votos electorales para ganar la Casa Blanca.
“Plausible”
Según las encuestas y los expertos, Trump está prácticamente seguro de ganar 163 votos electorales de los estados tradicionalmente republicanos que votaron por él la última vez.
Biden parece listo para obtener al menos 260 votos electorales, incluidos dos estados que Trump ganó hace cuatro años: Michigan y Wisconsin.
Pero Trump puede permitirse perder esos dos estados del Medio Oeste y aun así lograr la reelección.
“Si Donald Trump gana todos los estados que ganó la última vez con la excepción de Wisconsin y Michigan y conserva Pensilvania, Carolina del Norte, Arizona y Florida, gana”, dijo Capri Cafaro, analista política y docente en la American University. “Llega a 270”, añadió. “Y eso es plausible. Es muy, muy posible”.
“Pensilvania es clave porque, de lo contrario, será difícil para Trump reunir suficientes votos electorales”, advirtió sin embargo la experta, exmiembro demócrata del Senado de Ohio.
Trump realizó tres mítines de campaña en Pensilvania el lunes y destacó la importancia de ganar en ese estado.
“Ganamos Pensilvania, ganamos todo el juego”, dijo.
Biden también ha dedicado recursos considerables a Pensilvania y envió a su gran estrella, el expresidente Barack Obama, a hacer allí su primera aparición en la campaña electoral.
El sitio web de seguimiento político RealClearPolitics (RCP) muestra una carrera reñida en Pensilvania, pero también en Arizona, Carolina del Norte y Florida.
El promedio de encuestas estatales de RCP tiene a Biden superando a Trump en Arizona por 2.4 puntos porcentuales, en Carolina del Norte por 0.7 y en Pensilvania por 3.8. En Florida, Trump aventaja a Biden por 0.4 puntos porcentuales.
Los promedios de las encuestas de RCP también muestran contiendas disputadas en varios estados que Trump ganó en el 2016, incluidos Georgia, Iowa, Ohio y Texas.
Trump ha denunciado repetidamente que las encuestas son inexactas, pero se ha tomado un tiempo de su apretada agenda para hacer campaña en Iowa y Georgia, que ganó por 9.4 y 5 puntos porcentuales respectivamente hace cuatro años.
Prueba de que la Casa Blanca anticipa una pugna en la que cada voto electoral cuenta, Trump también ha visitado Nebraska y Maine, estados en los que solo estaría en juego un voto electoral.
Los cinco votos electorales de Nebraska y los cuatro de Maine se dividen entre el ganador del voto popular en el estado y los ganadores de cada uno de sus distritos electorales.
Se espera que Trump gane fácilmente el voto popular en Nebraska y Biden se encamina a hacer lo propio en Maine, pero cada estado también presenta una contienda muy cerrada por el Congreso, además del preciado voto electoral.