Joe Biden mantiene el suspenso sobre una nueva candidatura a la Casa Blanca, pero un viaje a Kentucky este miércoles resume perfectamente el discurso esperado: un presidente demócrata construyendo puentes, reales y políticos cuando el opositor Partido Republicano aparece dividido.
Biden mostró una figura serena al partir hacia Covington, Kentucky, dejando atrás la agitada interna de los republicanos en Washington, que recuperaron el control de la Cámara de Representantes pero no han logrado ponerse de acuerdo sobre quién será su próximo presidente.
El presidente calificó la situación en la Cámara baja como “vergonzosa” y aseguró que seguiría enfocándose en “hacer cosas”.
Subrayó en gran medida este mensaje cuando visita un estado profundamente republicano y bastión del líder de la oposición en el Senado, Mitch McConnell, quien lo acompañará, un gesto casi inaudito en el polarizado ambiente político estadounidense.
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El motivo de este encuentro es celebrar los 1,600 millones de dólares que el estado federal comprometerá para duplicar un puente envejecido y transitado que conecta Kentucky con el vecino estado de Ohio, financiado en un histórico paquete de gastos para infraestructura que se aprobó con apoyo republicano.
McConnell es despreciado por los demócratas más progresistas. Sin embargo, su trabajo para lograr los votos republicanos para aprobar la ley de infraestructura mostró que el bipartidismo no está del todo muerto.
Metáfora perfecta para Biden, que ha prometido reconstruir la decrépita infraestructura de la primera potencia mundial pero también reconstruir el diálogo entre el campo demócrata y el conservador, que quedó en ruinas, o casi, tras la presidencia del republicano Donald Trump (2017-2023).
Ese mensaje le permitió a Biden ganar en 2020 y será el eje de una campaña de reelección si se postula, algo que se espera que anuncie en las próximas semanas.
“Es un puente gigante, hombre”
El puente Brent Spence, que une Cincinnati y el norte de Kentucky, es un claro ejemplo del deterioro de la infraestructura en todo el país. Altos funcionarios de la administración de Biden, incluida la vicepresidenta Kamala Harris, visitarán otros tres puentes importantes con reparación programada en Chicago, Connecticut y el famoso Golden Gate de San Francisco.
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Cuando se le preguntó sobre el viaje a Kentucky, Biden restó importancia a su vínculo de amigo-enemigo con McConnell.
“Todo el mundo habla de lo importante que es. No tiene nada que ver con nuestra relación”, dijo Biden a principios de esta semana.
Insistió en que el motivo del viaje era bastante simple: “Es un puente gigante, hombre. Es mucho dinero”.
Sin embargo, Biden, quien fue senador por más de tres décadas, es muy consciente del poder que significa comunicarse públicamente con alguien con quien ha debatido durante muchos años. Como dijo en otro evento al que ambos asistieron en febrero, “Mitch, no quiero dañar tu reputación, pero somos amigos de verdad”.
Y los puentes no solo unen dos puntos, sino que ofrecen eslóganes de campaña.
“Cuando pensamos en infraestructura, estamos conectando comunidades”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, subrayando el interés de Biden por el trabajo conjunto con los republicanos.
Está por verse si Biden también apelará a este mensaje de unidad en caso de buscar la reelección en 2024.
Fuente: AFP