El gobierno del presidente Donald Trump dio a conocer un decreto que prohíbe las inversiones estadounidenses en empresas chinas que -según Washington- son propiedad o están controladas por el Ejército chino, elevando la presión sobre Pekín tras las elecciones presidenciales.
La medida, que fue reportada en exclusiva por Reuters más temprano el jueves, podría afectar a algunos gigantes chinos como las firmas de telecomunicaciones China Telecom Corp Ltd , China Mobile Ltd y el fabricante de equipos de vigilancia Hikvision.
A partir del 11 de enero, la orden presidencial prohibiría cualquier transacción de personas estadounidenses en activos de 31 empresas chinas que están desde este año en una lista del Departamento de Defensa por sus nexos con el ejército chino, incluidas empresas de los sectores de telecomunicaciones, aeroespacial y de construcción, según informes de prensa.
Así, los estadounidenses que tienen acciones y otros intereses financieros en ese tipo de empresas tienen hasta el 11 de noviembre del 2021 para cederlos.
En el decreto, Trump dijo que encontró que China está “explotando cada vez más el capital estadounidense para sus propios recursos y permitir el desarrollo y modernización de sus aparatos militares, de inteligencia y seguridad, lo que continúa permitiendo que amenace directamente al territorio de Estados Unidos y sus fuerzas en el extranjero”.
Trump declaró una emergencia nacional diciendo que los inversionistas estadounidenses están ayudando a China “a amenazar directamente el territorio de Estados Unidos y a las fuerzas estadounidenses en el extranjero, con el desarrollo y despliegue de armas de destrucción masiva, armas convencionales avanzadas y acciones cibernéticas maliciosas contra Estados Unidos y sus habitantes”.
La decisión muestra que Trump, quien fue derrotado por el demócrata Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre, está buscando aprovechar sus últimos meses en la Casa Blanca para aumentar la presión sobre Pekín.
Es probable que el decreto tense aún más los lazos entre las dos principales economías del mundo, enfrentadas por temas comerciales, el manejo chino de la pandemia de coronavirus y sus medidas en Hong Kong.