La contracción de la economía estadounidense en los primeros tres meses del año fue peor de la anticipada y los expertos pronostican una caída aún más pronunciada en el trimestre actual.
El Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo a una tasa anual de 5% en el trimestre enero-marzo, ligeramente arriba de la baja del 4.8% calculada el mes pasado por los expertos, reportó el Departamento de Comercio.
La nueva cifra es la contracción más fuerte de la economía estadounidense desde la de 8.4% sufrida en el cuarto trimestre del 2008, en medio de la crisis financiera mundial.
La contracción se debe a una menor inversión de las empresas en sus inventarios, aunque ello fue compensado parcialmente por un leve crecimiento del gasto del consumidor.
Los economistas calculan que los cierres de negocios y subsiguientes despidos provocarán una contracción de 40% del PBI en el período actual, la caída más profunda de la economía estadounidense desde que se comenzó a llevar la cuenta en 1947 y cuatro veces el tamaño de la peor contracción previa, registrada en 1958.
Algunos analistas opinan que el crecimiento repuntará en el período julio-setiembre con la posibilidad de una expansión anualizada de 21.5% del PBI. Aun así, ello no sería suficiente para compensar por las pérdidas sufridas en los dos periodos iniciales del año.
Además, hay quienes conjeturan que la recuperación económica pronosticada para la segunda mitad del año ni siquiera ocurra si fracasan las medidas para reabrir la economía. Si el levantamiento de las cuarentenas provoca una segunda ola de contagios de coronavirus, ello frustraría las gestiones para atraer de nuevo a la gente a las tiendas y restaurantes.