El Ministerio de Energía dijo en un comunicado que la estatal Petroecuador realizará el apagado progresivo de pozos, lo que “implicará el cierre de campos, de acuerdo a la disponibilidad de almacenamiento en cada uno de ellos y en los tanques del SOTE y el OCP”. (Foto: Getty Images)
El Ministerio de Energía dijo en un comunicado que la estatal Petroecuador realizará el apagado progresivo de pozos, lo que “implicará el cierre de campos, de acuerdo a la disponibilidad de almacenamiento en cada uno de ellos y en los tanques del SOTE y el OCP”. (Foto: Getty Images)

El Gobierno de Ecuador dijo el lunes que declaró fuerza mayor sobre exportaciones de crudo y contratos de producción, luego de que la erosión en la región amazónica obligó a detener el bombeo en los dos oleoductos que operan en el país.

El oleoducto estatal SOTE y el privado de crudos pesados OCP decidieron suspender el bombeo la semana pasada como medida preventiva ante el avance de la erosión del río Coca y sus afluentes.

El SOTE transporta 360,000 barriles diarios (bpd) y el OCP, con una capacidad de 450,000 bpd, bombeaba antes de la medida unos 180,000 bpd. En ambos oleoductos se construyen variantes en sus tuberías para minimizar el impacto del fenómeno natural.

El Ministerio de Energía dijo en un comunicado que la estatal Petroecuador realizará el apagado progresivo de pozos, lo que “implicará el cierre de campos, de acuerdo a la disponibilidad de almacenamiento en cada uno de ellos y en los tanques del SOTE y el OCP”.

Además declaró la fuerza mayor para las empresas petroleras que mantienen contratos bajo la modalidad de prestación de servicios. “Con esta declaratoria ya se implementan planes de acción y contingencia, para minimizar el impacto de la situación, en toda la cadena de hidrocarburos”, añadió el ministerio.

No hubo datos sobre la producción y las exportaciones afectadas por la fuerza mayor. Ecuador extraía un promedio de 485,000 bpd antes de la fuerza mayor. El domingo, la producción cayó a 251,118 bpd, según datos del gobierno.

La fuerza mayor prevista en los contratos le permite al país suspender ciertos compromisos cuando se produce una circunstancia imprevisible como la erosión, que ha puesto en riesgo a la infraestructura petrolera, explicó el ministerio.

La erosión regresiva a lo largo del río Coca comenzó el año pasado y está afectando, además de los oleoductos, a la captación de agua de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, y a una de las principales vías que conecta a la capital Quito con la Amazonía.

Ahora la erosión avanza por el cauce del río Piedra Fina, en la provincia de Napo.

Petroecuador ha construido seis variantes del SOTE y se encuentra en el desarrollo de la séptima. Mientras que el operador privado OCP Ecuador tiene operativas ocho variantes temporales, dos definitivas y construye una más.

En abril del 2020, ambos oleoductos sufrieron una rotura de la tubería por el hundimiento de tierra en la zona por el fenómeno natural, lo que llevó al país a declarar fuerza mayor en sus exportaciones y bajar sus niveles de producción.

El Gobierno dijo que la comercialización de derivados en el mercado local estaba garantizada.

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