El diario prodemocracia hongkonés Stand News anunció este miércoles su cierre tras el arresto de siete empleados actuales y pasados y una redada policial en su redacción que ilustra la menguante libertad de prensa en este centro de negocios internacional.
“Debido a la situación actual, Stand News dejará de operar inmediatamente y dejará de actualizar su web y sus redes sociales”, que serán cerradas en pocos días, señaló este diario digital en Facebook horas después de una operación policial.
Más de 200 agentes uniformados y de paisano participaron en los registros de la redacción y de domicilios particulares en los que requisaron teléfonos, ordenadores, documentos y más de US$ 64,000 en efectivo, indicó la policía.
También detuvieron a siete personas bajo el delito de “conspiración para difundir una publicación sediciosa” incluido en una antigua ley colonial británica.
Stand News es el segundo medio prodemocracia en ser clausurado en Hong Kong tras una operación policial. En junio, el Apple Daily, ferozmente crítico con Pekín, cerró tras la congelación de sus bienes y la detención de varios responsables.
Esta segunda operación aumenta la preocupación por la libertad de prensa en esta ciudad teóricamente semiautónoma y sede regional de numerosos medios internacionales, en la que Pekín está ampliando su control desde las protestas del 2019.
El Comité para la Protección de Periodistas describió el registro como “un asalto abierto a la ya resquebrajada libertad de prensa de Hong Kong”.
El editor jefe de Stand News, Patrick Lam, salió esposado del edificio donde está la redacción del diario, observó un periodista de AFP.
Medios locales indicaron que entre los detenidos también había el antiguo editor jefe, Chung Pui-kuen, y cuatro miembros de la junta directiva dimitidos en junio, como la estrella pop local Denise Ho y la abogada Margaret Ng.
El superintendente policial Steve Li acusó al medio de publicar artículos que incitaban al odio contra el gobierno de Hong Kong entre julio del 2020 y noviembre del 2021, como decir que había manifestantes “desaparecidos” o cuyos derechos fueron “violados”.
“Estas son acusaciones maliciosas sin base fáctica”, declaró Li, que anunció también la congelación de US$ 7.8 millones de activos.
El superintendente afirmó también que investigaban cómo Stand News, financiado con donaciones, podía permitirse una oficina en Reino Unido y si esta tenía otros propósitos como conspirar en el extranjero.
Esta sucursal también fue cerrada el miércoles, indicó una fuente a AFP.
“Editorialmente independiente”
Poco antes del amanecer, Stand News avisó en un directo en Facebook que la policía de seguridad nacional estaba en la puerta de la casa del subeditor de turno Ronson Chan, que no fue detenido.
Pocas horas después, el medio anunciaba en esa misma plataforma su cierre, la dimisión de su editor jefe Patrick Lam y el despido del resto de empleados.
Fundado como un medio digital sin ánimo de lucro en el 2014, Stand News fue nominado al premio de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras en noviembre.
“Stand News era editorialmente independiente y se dedicaba a proteger los valores centrales de Hong Kong como la democracia, los derechos humanos, la libertad y el papel de la ley y la justicia”, aseguraba el medio en su despedida.
Durante las masivas y a menudo violentas protestas del 2019, la policía se enfrentó con varios de sus reporteros.
Tras esas manifestaciones, Pekín incrementó su control sobre la antigua colonia británica, especialmente con la imposición en junio del 2020 de una ley de seguridad nacional que ha servido de paraguas para detener y encarcelar numerosos opositores.
Después de conocerse la operación, la Asociación de Periodistas de Hong Kong y el Club de Corresponsales Extranjeros se mostraron “profundamente preocupados” y pidieron respeto a la libertad de prensa.
El activista exiliado Nathan Law tuiteó que los arrestos reflejan la persecución de las autoridades contra periodistas y medios que “se atreven a desafiarlos y decir la verdad”.
Sin embargo, el secretario jefe de Hong Kong, John Lee, señaló que los individuos arrestados eran “elementos malignos que dañaban la libertad de prensa” y “manzanas podridas que abusaban de la posición de trabajador de medios”.