Mientras las autoridades de salud pública piden a los estadounidenses que eviten las multitudes y participen en actividades por el Día de la Independencia más tranquilas ante el repunte de los casos de coronavirus, el presidente Donald Trump lo celebrará a lo grande con lo que promete será una “noche especial” en la capital del país.
Está previsto que Trump celebre su “Saludo a Estados Unidos” el sábado con un discurso desde los jardines de la Casa Blanca que recordará la herencia estadounidense, un desfile aéreo militar sobre Washington, y una enorme exhibición de fuegos artificiales que se espera que congregue a miles de personas en el National Mall.
La celebración se produce un día después de que Trump inició el fin de semana feriado viajando al Monte Rushmore para una muestra de pirotecnia cerca de las icónicas tallas de los bustos de George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt.
El presidente ofreció un combativo discurso en el que acusó a quienes protestan contra la injusticia racial de participar en una “campaña despiadada para borrar nuestra historia”.
Trump está participando en actos multitudinarios aunque muchas comunidades han decidido prescindir de los fuegos artificiales, los desfiles y otros festejos tradicionales para evitar la propagación del coronavirus que podría darse en las grandes reuniones festivas.
A pesar de esto, Trump insistió en seguir adelante con la celebración de eventos masivos, incluyendo el del Monte Rushmore, para el que la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, una aliada del presidente, dijo que no era necesario guardar la distancia social y las mascarillas eran opcionales.
Trump dedicó un pequeña parte de su intervención allí a la pandemia, que se ha cobrado la vida de más de 129,000 estadounidenses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advirtieron que las grandes aglomeraciones, como la prevista en Washington, presentan un riego para los contagios de COVID-19.
En otras partes del país, gobernadores y autoridades locales pidieron a los residentes que tomen precauciones en sus celebraciones.
En California, que en las últimas semanas sufrió un repunte en el número de contagios, el gobernador, Gavin Newsom, pidió a la población que no se junte con personas con las que no conviven y que eviten las multitudes.
Para evitar que se formen, las autoridades cancelaron los fuegos artificiales de Los Ángeles, San Francisco, San Diego y otras poblaciones.