China terminó la última semana de 2021 con el mayor número de casos locales de coronavirus en cualquier periodo de siete días desde que controló la primera epidemia del país hace casi dos años, pese a contar con algunas de las medidas más estrictas del mundo contra el COVID-19.
La Comisión Nacional de Salud informó el sábado de 175 nuevos contagios comunitarios con síntomas clínicos confirmados para el 31 de diciembre, elevando a 1,151 el número total de casos sintomáticos locales en la China continental en la última semana.
El alza fue impulsado sobre todo por un brote en el centro industrial y tecnológico de Xian, una ciudad de 13 millones de habitantes en el noroeste del país.
Es probable que la intensificación del brote en Xian reafirme la decisión de las autoridades de frenar rápidamente las transmisiones a medida que surjan los casos. La ciudad, que llevaba 10 días cerrada hasta el sábado, ha registrado 1,451 casos sintomáticos locales desde el 9 de diciembre, la cifra más elevada de cualquier ciudad china en 2021.
Aunque el número de casos en China es minúsculo comparado con otras partes del mundo, será importante evitar brotes importantes en 2022. Pekín acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero y el gobernante Partido Comunista celebrará un congreso quinquenal -previsiblemente en el otoño boreal- en el que el es probable que el presidente Xi Jinping se asegure un tercer mandato como secretario del partido.
La aparición de la altamente transmisible variante ómicron también llevará a Pekín a mantener alta su vigilancia contra el virus. China ha notificado un puñado de casos de ómicron importados y al menos un caso de transmisión local.
Desde agosto, China ha tratado de controlar cualquier brote en unas dos semanas, mucho menos que las cuatro a seis semanas de las anteriores batallas contra los brotes esporádicos que siguieron a la epidemia inicial en todo el país, según la Comisión Nacional de Salud.
Las ciudades situadas a lo largo de las fronteras de China tienen un mayor riesgo de contraer el virus, ya sea por la presencia de enlaces de transporte terrestre o la entrada de viajeros infectados procedentes de otros países. Algunas se vieron afectadas por los brotes de la variante delta, que dieron lugar a duras restricciones de viaje el año pasado
Yunnan, que comparte frontera con Myanmar, Laos y Vietnam, notificó nuevos casos sintomáticos locales en 92 de los 365 días del año pasado, es decir, el 25%, con mayor frecuencia que cualquier otra provincia, región autónoma o municipio.
El brote de Xian, que provocó casos en otras ciudades, incluida Pekín, pudo remontarse a un vuelo procedente de Pakistán, pero no quedó claro cómo se propagó a las comunidades locales.
A muchas personas se les ha prohibido salir de sus complejos residenciales, pero un funcionario local dijo el viernes que las restricciones se relajarán en los complejos de menor riesgo cuando llegara el momento.
Las duras políticas de China en materia de epidemias han contribuido a evitar que su extenso sector industrial se vea abocado a prolongados paros, cosechando importantes ganancias en la exportación mientras otros pilares del crecimiento se debilitaban.
No obstante, las imprevisibles disrupciones han afectado a la confianza de los consumidores y han golpeado los sectores de la restauración, la hostelería y el turismo.