La experiencia de Chile muestra que una rápida campaña de vacunación contra el COVID-19 no necesariamente es suficiente para evitar cuarentenas, dijo el lunes el máximo experto médico de Inglaterra, al enfatizar la importancia de una estrategia cautelosa al levantar las restricciones en Gran Bretaña.
Reino Unido ha administrado una primera dosis de vacunas contra el coronavirus a más de 31.5 millones de personas, lo que llevó al partido del primer ministro a pedirle que acelere el fin de las restricciones y los confinamientos en el país.
Pero Chile, que también ha observado uno de los ritmos de vacunación más veloces en el mundo, tuvo que cerrar sus fronteras y aplicó de nuevo cuarentenas a buena parte de su población por un fuerte aumento de contagios y fallecimientos derivados del COVID-19.
Chris Whitty dijo que la experiencia de Chile contrastaba con la de Israel, y que no estaba claro si eso se debía a los plazos de inoculación, a las vacunas utilizadas, las interacciones con variantes del coronavirus o a otros factores.
“Aún no sabemos (...) debemos aprender de aquellos países que están mucho más adelantados que nosotros en términos de ritmo de vacunación, o aquellos que resultan como casos clave”, declaró.
“Esta es la razón por la que queremos hacer esto de una manera estable, porque pienso que Chile es un duro ejemplo de que no debemos asumir que el problema desaparecerá simplemente porque se ha vacunado a mucha gente”, añadió.
En las últimas semanas, Chile ha presentado sus niveles más altos de contagios diarios desde que comenzó la pandemia en marzo del 2020 y sus unidades de cuidados intensivos están a punto de colapsar. El país sudamericano anunció un cierre de fronteras durante abril.