El matemático Sergio Fajardo, elegido por una coalición de centro izquierda como candidato para la elección presidencial de mayo, deberá presentar propuestas concretas contra la pobreza y la corrupción para derrotar a una izquierda populista y una derecha dividida en un país polarizado, según analistas.
Fajardo ganó el domingo la nominación de la Coalición de Centro Esperanza con apenas 723,000 votos y el éxito para llegar a la presidencia dependerá de su capacidad para superar en la primera vuelta a otros candidatos de su misma ideología política y cautivar a los electores del país agobiado por problemas sociales y la inseguridad.
El desafío es conocido por Fajardo, un político de 65 años, que en el 2018 estuvo a punto de llegar a la segunda vuelta, un objetivo que se frustró por la división de los electores del centro entre dos candidatos.
Fajardo podría tener éxito si logra difundir propuestas sociales y económicas que responden a los problemas que llevaron a miles de colombianos a protestar en las calles el año pasado contra el desempleo, la pobreza y los deficientes sistemas públicos de salud y educación, aseguraron expertos.
“Podría ser más atractivo para los votantes definirse por el candidato de la opción de centro”, dijo a Reuters Felipe Botero, profesor de ciencia política de la Universidad de los Andes.
“Yo esperaría que el candidato de centro presente una agenda muy concreta de temas sobre las políticas sociales principales que necesita el país, la recuperación económica después de la pandemia y lo que se viene a consecuencia del conflicto en Europa entre Rusia y Ucrania”, afirmó Botero.
Fajardo competirá en la primera vuelta contra el izquierdista Gustavo Petro, favorito de las encuestas para ganar la presidencia y quien se impuso en la consulta del Pacto Histórico con más de 4.4 millones de votos.
También enfrentará al centro derechista exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien triunfó en su consulta con más de 2.1 millones de votos.
El candidato derechista Óscar Iván Zuluaga, del Partido Centro Democrático que dirige el expresidente Álvaro Uribe, renunció el lunes a su aspiración para apoyar a Gutiérrez y buscar la unidad para enfrentar a Petro.
En las consultas del domingo, la izquierda obtuvo más de 5.5 millones de votos, la derecha superó los 3.9 millones, mientras que el centro logró 2.1 millones de sufragios, según los datos entregados por la Registraduría Nacional.
Además de los temas sociales, el aumento de la inseguridad urbana, el narcotráfico y el violento conflicto armado en el que rebeldes izquierdistas, bandas criminales dedicadas al narcotráfico se enfrentan entre sí y con las Fuerzas Militares en las zonas montañosas y selváticas serán temas en los que el centro deberá buscar el apoyo de los electores.
Durante años las divididas izquierda y centro izquierda no han podido ganar la presidencia ni ejercer control en el Congreso, eclipsadas por los rivales de derecha que han enfocado sus propuestas en políticas de seguridad y de libre mercado.
Congreso fragmentado
El Congreso permanecerá dividido, lo que obligará a quien sea elegido presidente a construir una amplia coalición para aprobar las leyes que garanticen su gobernabilidad. El Partido Liberal ganó 47 escaños el domingo, seguido por el izquierdista Pacto Histórico y el Partido Conservador con 41, mientras que el derechista Centro Democrático obtuvo 30, Cambio Radical 27, la coalición de centro 26 y la U 25.
Sin embargo, las recientes protestas sociales y el interés de los jóvenes por temas como el medio ambiente, la desigualdad, la corrupción, y un cambio para acabar la vieja clase política, podrían abrir una oportunidad para la izquierda, pero también para el centro con Fajardo, según analistas.
“El centro tiene muy buenas posibilidades mostrándose y capitalizando esa posición de centro, lo que le va a generar retribuciones electorales en medio de una derecha y una izquierda definidas, identificadas y enfrentadas”, dijo la politóloga de la Universidad Externado, Paola Montilla.
“El inconformismo social puede jugar a favor del centro y de la izquierda, que tienen en su discurso la necesidad de reducir el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Todo dependerá de la forma de llegar y convencer a los electores”, explicó Montilla al destacar el elevado porcentaje de indecisos que podrían definir la elección presidencial.
El Gobierno derechista del presidente Iván Duque enfrentó en el 2021 masivas protestas en rechazo a una reforma tributaria y para demandar mejores condiciones en beneficio de los más pobres.
Duque suavizó su propuesta de reforma fiscal que el Congreso aprobó por unos US$ 4,000 millones y aunque los sindicatos y los estudiantes suspendieron las protestas, algunas de las cuales desbordaron en actos de violencia y vandalismo con muertos y heridos, el descontento social continúa.
Fajardo, que en el 2018 logró 4.5 millones de votos en la primera vuelta, dijo la semana pasada que liderará un proceso de cambio con rigor en el que será fundamental escuchar y respetar a quienes no compartan sus ideas.
“Hago parte de una política que respeta, que es seria, que en ese camino después puede convocar a ser la unión”, aseguró el político que fue profesor durante varios años, además de alcalde de la ciudad de Medellín y gobernador del departamento de Antioquia.
Entre las principales propuestas de Fajardo se destacan una lucha frontal contra la corrupción, una mayor inversión social y una reforma tributaria de unos US$ 8,650 millones en la que las personas con mayores ingresos pagarían más impuestos.
“Yo creo que la mayoría no se identifica con una coalición que representa la continuidad y la otra coalición que representa la perspectiva de la rabia”, dijo. “Yo creo que la mayoría de Colombia se ve representada en nosotros”.
Pero Gutiérrez, de la coalición de centro derecha que también ganó candidatura, cuestionó la capacidad de unidad de Fajardo después de las disputas al interior del centro.
“No es una coalición, es una colisión”, afirmó Gutiérrez recientemente al advertir que en la elección presidencial están en juego propuestas del orden contra el caos y de libre empresa contra la expropiación.