El peso argentino se desplomó frente al dólar y la bolsa retrocedió 30% en la apertura este lunes tras el revés del liberal Mauricio Macri en las primarias del domingo, donde el kirchnerista Alberto Fernández se perfiló como favorito para las presidenciales del 27 de octubre.
En la ‘city porteña’ la moneda abrió a 53 pesos pero rápidamente llegó a 60 por dólar estadounidense. Algunas casas de cambio apagaron sus pizarras donde la moneda había cerrado el viernes a 46.55 pesos por billete verde.
La incertidumbre también hizo temblar a la Bolsa de Buenos Aires que el viernes había subido 8% en señal de optimismo, pero que en sus primeras dos horas de negocios este lunes perdió 30% con caídas de hasta el 46% para algunos títulos.
Macri se reunió a primera hora con el titular del Banco Central, Guido Sandleris, y postergó para las 15H30 (18H30 GMT) la reunión de gabinete habitual para seguir la evolución del mercado.El Banco Central ofreció una licitación por 50 millones de dólares para poner paños fríos al mercado.
Fernández, en fórmula con la exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015), logró 47% de los votos mientras Macri obtuvo 32%, una diferencia casi irremontable para el oficialismo.
Con candidaturas definidas de antemano las primarias sirvieron como una encuesta a escala real.
Si se repite este resultado en octubre, Fernández puede ganar en primera vuelta, para lo cual es necesario obtener el 45% de los votos o 40% con una distancia de 10 puntos frente al segundo más votado.
“La peor crisis política”
La recesión, la inflación de 22% en el primer semestre, una de las más altas del mundo, y la pobreza que alcanza a 32% pesaron más que el rechazo a las denuncias por corrupción contra Kirchner, con varias causas abiertas y un juicio en marcha.Debido a la crisis económica, el gobierno de Macri pactó un programa de ajuste con el Fondo Monetario Internacional por 56,000 millones de dólares con vencimientos desde 2021.
“El Presidente tendría que estar abocándose a dar tranquilidad. Los mercados advierten que el Gobierno se metió en un escenario en donde no puede dar respuesta”, dijo este lunes Fernández a Radio 10.
Otros miembros del frente opositor pidieron responsabilidad al gobierno."Estamos empezando una nueva etapa, esperamos que el gobierno actúe con responsabilidad de acá a diciembre" cuando deba asumir el nuevo gobierno, dijo Axel Kicillof, candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos que encabezan Fernández y Kirchner.
Kicillof, exministro de Economía de Kirchner, arrasó en el distrito más poblado del país, donde consiguió el 49% de los votos frente al 32% de María Eugenia Vidal, actual gobernadora y principal espada política de Macri.
El gobierno atraviesa “su peor crisis política”, dijo el analista político Sergio Berensztein.
“Lo electoral ha pasado a tercer plano. Fue contundente la reacción de los mercados. Hoy todos los argentinos son más pobres, es el comienzo de un ajuste caótico que puede ser el fin”, apuntó.
Para el analista político Carlos Fara, el resultado dejó de manifiesto “que el gobierno perdió el apoyo de sectores clave de la sociedad”."El voto mostró una insatisfacción profunda con la situación económica, la angustia en la sociedad que sintió que el gobierno se había desconectado de la realidad y no estuvo a la altura para enfrentar los problemas", dijo a la AFP.
El analista Rosendo Fraga sostuvo que las primarias fueron “un cachetazo de realidad al marketing político” de Macri que “quedó con bajísimas expectativas para octubre”.
“Es necesario un acuerdo de gobernabilidad. La gobernabilidad hoy en realidad es más importante que la campaña electoral. Cualquier alternativa de recuperar la confianza sólo en el marco del oficialismo, no alcanzará”, dijo.
“Ni grieta ni venganza”
“Conmigo la grieta (la feroz división política de los argentinos) se terminó para siempre y la venganza también”, aseguró Fernández cuando supo los resultados.Fernández fue jefe de gabinete del ya fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y luego de Cristina durante 2008, su primer año de gobierno.
Con ella rompió y se convirtió en feroz crítico, hasta la reconciliación diez años después.