El Banco de Pagos Internacionales (BPI) suspendió al banco central ruso, indicó una portavoz de esta institución, considerada como el “banco de los bancos centrales”.
La entidad, que dijo plegarse a las sanciones internacionales, suspendió el acceso del establecimiento bancario de la Federación Rusa a “todos los servicios del BPI”, incluidas las “reuniones” de los banqueros, precisó su portavoz.
Con sede en Basilea, Suiza, el BPI es el sitio donde los gobernadores de los bancos centrales se reúnen para discutir temas de política monetaria.
También organiza reuniones seis veces al año para permitirles abordar esta materia en terreno neutral y, si es necesario, promover la coordinación en caso de crisis.
Asimismo, el BPI ofrece a los bancos centrales tanto servicios para administrar sus reservas de divisas como estadísticas bancarias muy detalladas sobre los flujos internacionales de dinero.
“El BPI no será una vía para eludir las sanciones”, aseguró el portavoz de la institución durante la publicación de su informe trimestral la semana pasada.
Su jefe del departamento monetario y económico, Claudio Borio, avisó en su momento que la guerra en Ucrania complicaría la tarea de los bancos centrales, que ya estaban en proceso de modificar su política monetaria, preparándose para una subida de tipos de interés para hacer frente al incremento de la inflación.
El conflicto ha “aumentado mucho la incertidumbre”, advirtió el vocero, mientras se disparaban los precios de las materias primas energéticas.
Creado en 1930 para gestionar las reparaciones de guerra impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, el BPI se ha consolidado con el tiempo como el “banco de los bancos centrales”. El de Rusia fue aceptado como miembro en 1996.