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Después de sufrir pérdidas sin precedente el año pasado, los fondos de cobertura centrados en divisas suponían que cierta turbulencia en el mercado los ayudaría a reencauzarse en el 2018. Las cosas difícilmente podrían haber sido peores.

Un indicador de BarclayHedge de los programas de negociación de divisas se desplomó 2.5% en los primeros tres meses del 2018, extendiendo la caída récord de 11% del año pasado.

Ni siquiera han quedado inmunes los partidarios fieles de las divisas -desde P/E Investments de Warren Naphtal hasta Hathersage Capital Management de Bill Lipschutz-, que cayeron junto con sus pares tras años de importantes retornos.

Para los administradores de fondos que durante mucho tiempo se quejaron de que las políticas del banco central eran un problema para la volatilidad, el primer trimestre resultó inusualmente cruel.

Las fluctuaciones cambiarias en líneas generales siguieron siendo tenues, sobre todo si se las compara con las acciones y los bonos. Y los giros del mercado que se vieron fueron en la mayoría de los casos producto de acontecimientos políticos imprevistos o, últimamente, de tuits impredecibles de la Casa Blanca.

Esto habla de otro año frustrante para los inversores que necesitan mercados volátiles para ganar dinero, pero que no pueden capitalizar movimientos que no ven venir.

“Cuál es el verdadero motor de la volatilidad… si son las noticias políticas de primera plana y los tuits de Trump, no se puede ganar dinero porque el ruido político tiene que ver con la sorpresa”, dijo Bob Savage, máximo responsable de Track Research, sitio web de análisis de inversiones. “Es algo que no se puede prever: es imposible saber cuánto efectivo tener antes de un tuit”.

Un indicador de JPMorgan Chase & Co. de la volatilidad implícita de las opciones a tres meses en los tipos de cambio globales promedió apenas 7.90% durante los tres primeros meses del año, en comparación con 8.44% el año pasado y 10.61% en el 2016. Aun en medio del tumulto que desataron las críticas del presidente estadounidense Donald Trump a Amazon.com y la intensificación de las tensiones comerciales con China, las monedas permanecieron calmas en líneas generales.

“No creo que nadie pueda posicionarse antes de un tuit de Trump, pero eso es lo que uno debe poder manejar en esta actividad”, dijo Steven Englander, responsable de investigación y estrategia del fondo global macro Rafiki Capital Management.

Esto contrasta fuertemente con la reciente turbulencia en las acciones y los bonos del Tesoro estadounidense. El Índice de Volatilidad del Mercado de Chicago, un indicador de las fluctuaciones de precios de las acciones estadounidenses, subió de manera vertiginosa en febrero para luego volver a alcanzar otro pico en las últimas dos semanas.

El índice MOVE, de Bank of America Corp., una medida de la volatilidad del mercado de bonos, pasó el nivel de 70 el trimestre pasado por primera vez en casi un año.

Los movimientos que hubo en los tipos de cambio tomaron en general desprevenidos a los especuladores. Las cuentas apalancadas ingresaron en el 2018 en la posición casi más bajista para el yen desde el 2007, según datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas.

El avance de la divisa en medio de la creciente tensión del comercio mundial y un escándalo político local que amenaza con frenar el programa de estímulo económico de Japón obligaron a los inversores a abandonar sus apuestas y, en el proceso, anularon los retornos de los carry trades.

El fantasma amenazante de una guerra comercial mundial ensombrece de manera considerable las perspectivas globales de crecimiento y puede confundir a los fondos de cobertura centrados en divisas y a los asesores en el área de comercialización de materias primas, según Jason Schenker, presidente y economista jefe de Prestige Economics.