
En Nueva York, basta salir a la calle para notar que algo anda mal. En el subway repleto a la hora pico, en la bodega del Bronx, en los buses de Queens o en los ascensores de Midtown, se repite la misma escena: personas tosiendo, voces roncas, compañeros que faltan al trabajo y vecinos que comentan que “este año la gripe vino con todo”. Los grupos familiares de WhatsApp cuentan historias parecidas, desde la tía en Jackson Heights hasta el primo que trabaja en construcción en Brooklyn: fiebre alta, dolores intensos, días enteros sin poder levantarse y niños que llevan el virus de la escuela a casa. Lo que muchos llaman ya la “súper gripe” no parece una exageración ni una paranoia invernal: los datos oficiales confirman que la ciudad enfrenta una de las temporadas de influenza más fuertes en años, con niveles de contagio superiores incluso a los de inviernos considerados severos por las autoridades sanitarias.
En paralelo, los datos oficiales y la voz de los expertos respaldan esa sensación de que “todo el mundo anda enfermo”: los reportes del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran una temporada de gripe que rompe récords recientes, con un aumento inusual de casos, visitas a salas de emergencia y hospitalizaciones. Para muchas familias latinas en el estado —donde es común compartir apartamento entre varias generaciones, trabajar en empleos presenciales y apoyar económicamente a familiares dentro y fuera del país— esta “súper gripe” llega en el peor momento del año, justo entre fiestas, frío intenso y horarios extendidos en restaurantes, bodegas y trabajos de delivery, lo que convierte cada estornudo en el subway o en la iglesia del domingo en una preocupación real por la salud y el bolsillo.

RÉCORDS Y PRESIÓN SOBRE EL SISTEMA DE SALUD
En solo una semana de diciembre, Nueva York pasó de 24.,07 a 32,239 casos de gripe confirmados por laboratorio, con más de la mitad de los contagios concentrados en niños y adolescentes, una combinación que preocupa a pediatras y directores de escuelas públicas. A nivel estatal, el impacto fue aún mayor: se notificaron 71.123 casos en siete días, el número más alto desde que la influenza es de reporte obligatorio, en 2004.
El indicador más alarmante es el de las salas de emergencia: en la semana que terminó el 20 de diciembre se registraron 9,857 visitas por enfermedades similares a la gripe, la cifra más alta de la última década y por encima de los picos de las temporadas 2017-18 y 2024-25, ambas catalogadas como de alta severidad por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En términos proporcionales, las consultas pasaron de representar el 6,76% al 8,75% del total de visitas a urgencias en cuestión de días, un salto que los especialistas interpretan como señal clara de una circulación viral mucho más intensa, y no solo de un aumento en la cantidad de pruebas realizadas.
ZONAS MÁS AFECTADAS: EL MAPA DE LOS BOROS
Al analizar los datos por zonas, aparecen diferencias claras entre los distintos boros. Brooklyn (Kings County) es el que muestra el mayor aumento reciente de casos y se consolida como el principal foco de contagio, con un salto que, en una de las semanas clave, fue de 458 a 644 contagios semanales.
Queens se mantiene como el segundo gran foco, con un incremento de 502 a 603 casos en el mismo período, reflejo de una transmisión sostenida y muy activa en uno de los boros más poblados y con fuerte presencia de comunidades hispanas en barrios como Jackson Heights, Corona y Elmhurst. El Bronx, Manhattan y Staten Island también registran incrementos, aunque más moderados: el Bronx reportó 239 casos, Manhattan 223 y Staten Island 78 en esa semana analizada, todos con la misma tendencia al alza.
| Boro / Condado | Casos en la última semana | Situación general |
|---|---|---|
| Brooklyn (Kings) | 644 | Mayor aumento absoluto de contagios. |
| Queens | 603 | Segundo foco con transmisión muy activa. |
| Bronx | 239 | Incremento sostenido, alta vulnerabilidad social. |
| Manhattan | 223 | Subida moderada pero constante. |
| Staten Island | 78 | Números absolutos menores, pero curva en ascenso. |
¿POR QUÉ SE HABLA DE “SÚPER GRIPE”?
Quienes siguen de cerca la evolución de la influenza en la ciudad coinciden en que este invierno es distinto. Incluso frente a temporadas históricamente fuertes, como la de 2017-18, la actividad actual es más alta y empezó antes de lo habitual, lo que explica la percepción de que “este año vino peor”.
Entre las causas, los expertos mencionan la circulación dominante de una variante de influenza A H3N2, conocida como subclado K, que no está completamente alineada con la vacuna antigripal de este año, lo que reduce su eficacia para prevenir la infección, aunque sigue siendo fundamental para evitar cuadros graves y hospitalizaciones. A esto se suma un descenso en las tasas de vacunación y la vida cotidiana en una ciudad tan densa como Nueva York, donde el transporte público lleno, los trabajos presenciales y los espacios cerrados favorecen la propagación del virus.
HOSPITALIZACIONES, COMUNIDAD HISPANA Y MEDIDAS CLAVE
El impacto ya se siente con fuerza en el sistema de salud: en todo el estado, las hospitalizaciones por gripe aumentaron un 63% en una sola semana, pasando de 2,251 a 3,666 pacientes, lo que ha llevado a las autoridades a monitorear muy de cerca la capacidad hospitalaria. Desde el Departamento de Salud del Estado de Nueva York subrayan que la situación es seria, pero recuerdan que existen medidas simples que pueden marcar la diferencia, como vacunarse, quedarse en casa al aparecer los síntomas y mantener hábitos básicos de prevención.
En barrios con alta presencia latina, donde es común que varias generaciones vivan bajo el mismo techo y que muchos trabajen en limpieza, delivery, construcción o restauración, faltar un día al trabajo no siempre es opción, lo que aumenta el riesgo de contagio dentro de las familias. Por eso, médicos comunitarios y líderes locales insisten con mensajes claros: “no es solo un catarrito”, “si tienes fiebre y dolor de cuerpo, cuídate y cuida a los tuyos”, apelando a la cultura de cuidado colectivo tan arraigada en la comunidad hispana. La “súper gripe” ya es una realidad en Nueva York, y con Brooklyn y Queens a la cabeza de los contagios y un invierno que recién empieza, la información clara y la prevención se vuelven más importantes que nunca para atravesar las próximas semanas con mayor conciencia y menos riesgos.

RECOMENDACIONES PARA EVITAR EL CONTAGIO
- Vacúnate contra la gripe cuanto antes. Aunque la vacuna no es perfecta frente a la “súper gripe”, sigue reduciendo el riesgo de hospitalización y de cuadros graves, especialmente en adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, embarazadas y niños pequeños.
- Quédate en casa si estás enfermo. Si tienes fiebre, dolor de cuerpo, tos intensa o te sientes muy cansado, evita ir al trabajo, la escuela, la iglesia o reuniones familiares; seguir circulando enfermo multiplica el contagio dentro de la comunidad.
- Usa mascarilla en espacios cerrados y muy llenos. En el subway, buses, supermercados, iglesias y eventos bajo techo, una mascarilla bien ajustada disminuye la cantidad de partículas virales que inhalas y las que puedes transmitir a otros.
- Lávate las manos con frecuencia. Usa agua y jabón por al menos 20 segundos, sobre todo después de toser, sonarte la nariz, usar el transporte público o tocar superficies muy compartidas como pasamanos y manijas de puertas.
- Evita tocarte la cara. Reducir el contacto de tus manos con ojos, nariz y boca corta una de las vías más comunes de entrada del virus al organismo.
- Mantén la ventilación en casa y en el trabajo. Abrir ventanas unos minutos varias veces al día ayuda a dispersar las partículas virales, incluso en apartamentos pequeños y oficinas.
- Cubre la tos y los estornudos correctamente. Hazlo con el codo o con un pañuelo desechable que luego puedas botar, y lávate las manos después; evita hacerlo directamente en las manos.
- Comparte menos vasos, botellas y utensilios. En reuniones familiares, fiestas o en el trabajo, usar tu propio vaso y cubiertos reduce la posibilidad de contagio entre personas que conviven de cerca.
- Protege especialmente a personas vulnerables en casa. Si vives con abuelos, bebés o alguien con enfermedades crónicas, intenta mantener cierta distancia si tienes síntomas, usa mascarilla en espacios compartidos y refuerza la limpieza de superficies.
- Consulta a un profesional de salud ante síntomas graves o si perteneces a un grupo de riesgo. Fiebre alta persistente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o empeoramiento rápido del cuadro requieren atención médica temprana para evitar complicaciones.
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