Es un hecho común que, después de comer, muchas personas experimentan una sensación de cansancio o somnolencia. Lo que quizás no todos saben es que este fenómeno, aunque puede ser totalmente normal, también puede esconder ciertas verdades sobre nuestro cuerpo y nuestra alimentación. Hoy en Gestión Mix te revelaré las tres causas principales detrás de ese cansancio que te invade después de disfrutar de una buena comida.
Es común que esta modorra o fatiga sea completamente normal. La nutricionista Kimberley Rose-Francis explica a Well+Good las tres principales razones por las que te sientes cansado después de comer.
Una de las razones más sorprendentes por las que te sientes cansado después de comer podría no tener nada que ver con lo que comes, sino con el momento en que lo haces. El ritmo circadiano, ese reloj biológico interno que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia, tiene una influencia significativa en nuestros niveles de energía a lo largo del día.
Según una revisión publicada en el Yale Journal of Biology and Medicine, nuestro ritmo circadiano tiende a descender entre las 2 y las 4 de la tarde. Este descenso coincide con un momento en el que muchas personas suelen almorzar. Como resultado, es natural que te sientas más somnoliento en estas horas, no necesariamente por la comida en sí, sino porque tu cuerpo está programado para experimentar un bajón de energía en ese período.
Esta relación entre el horario de las comidas y el ritmo circadiano sugiere que ajustar la hora en la que comes podría ayudarte a mitigar el cansancio postcomida. Optar por un almuerzo más temprano o más tarde, según tu propio ritmo biológico, podría hacer una diferencia en cómo te sientes después de comer.
Otra de las grandes verdades ocultas detrás del cansancio postcomida radica en los tipos de alimentos que eliges para tus comidas. Existen ciertos alimentos que, debido a su composición, tienden a inducir somnolencia.
Algunos de los principales culpables son aquellos ricos en triptófano, un aminoácido que promueve la producción de serotonina y melatonina, neurotransmisores clave en la regulación del sueño. Alimentos como las lentejas, las espinacas, los cacahuetes, las pipas de calabaza, el pavo, el queso y el salmón pueden hacerte sentir más somnoliento después de comer.
Además, los alimentos ricos en melatonina, como las cerezas, los huevos, las nueces, algunas setas y los pescados, también pueden contribuir a ese cansancio. De hecho, los alimentos con vitamina D, como el pescado graso, las yemas de huevo y los champiñones, son conocidos por su capacidad para influir en los ciclos de sueño, según explica la nutricionista Kimberley Rose-Francis.
Si deseas evitar sentirte agotado después de comer, podrías considerar reservar estos alimentos para la cena, donde la somnolencia no será un problema, sino una ventaja.
Finalmente, el tercer gran factor detrás de tu cansancio después de comer está relacionado con la cantidad de grasa que consumes en tus comidas.
Una investigación publicada en la revista Physiology & Behavior reveló que quienes consumen un desayuno alto en grasas y bajo en carbohidratos tienden a sentirse más somnolientos y fatigados unas horas después de comer. Este efecto se debe a la colecistoquinina (CCK), una hormona que el cuerpo libera para ayudar a digerir las grasas. Aunque la CCK es importante para la digestión, también estimula la somnolencia.
Este descubrimiento subraya la importancia de equilibrar las grasas en tu dieta. Si bien las grasas son esenciales para una dieta saludable, consumirlas en exceso, especialmente en combinación con bajos niveles de carbohidratos, puede llevar a una sensación de fatiga que difícilmente podrás ignorar.
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