Donald Trump, conocido por su enfoque agresivo hacia la inmigración, ha sido una figura controvertida en la política estadounidense, especialmente en lo que respecta a la regulación de la entrada y permanencia de extranjeros en el país. Durante su tiempo como presidente, adoptó una postura firme contra la inmigración ilegal y defendió políticas como la construcción de un muro en la frontera con México y la implementación de restricciones a las solicitudes de asilo. Esta actitud de dureza se ha mantenido a lo largo de su carrera política, e incluso, ha sido una pieza clave en sus campañas presidenciales. Ahora, en su camino hacia las elecciones de 2024el empresario había planteado una propuesta que podría sorprender a muchos: otorgar la Green Cards, a los estudiantes extranjeros que se gradúen en universidades de Estados Unidos.
En una entrevista de junio con “The All-In Podcast”, Trump expresó su intención de cambiar la política migratoria de manera significativa al sugerir que los estudiantes internacionales que se gradúen de universidades estadounidenses deberían recibir automáticamente una Green Card como parte de su diploma. Este comentario ha generado una amplia discusión, ya que contradice su enfoque tradicionalmente restrictivo hacia la inmigración. A pesar de su habitual retórica en contra de los extranjeros ilegales, Trump afirmó que su propuesta beneficiaría al país al permitir que los “mejores y más brillantes” se queden en Estados Unidos, ayudando al desarrollo económico y tecnológico de la nación. Sin embargo, la viabilidad de esta propuesta sigue siendo incierta y depende de varios factores, incluyendo el apoyo del Congreso y las reacciones de diferentes sectores de la sociedad.
¿DONALD TRUMP ENTREGARÁ LA GREEN CARD A LOS UNIVERSITARIO GRADUADOS?
La idea de Trump era clara, al menos meses antes de ganar las elecciones: ofrecer una vía para que los estudiantes extranjeros permanezcan en Estados Unidos después de completar sus estudios universitarios. A través de este sistema, cualquier graduado universitario internacional, desde aquellos con un título de licenciatura hasta aquellos con un doctorado, podría obtener la residencia legal permanente, o Green Card, como un beneficio directo supeditado a acabar sus estudios. Este cambio representaría una alteración considerable respecto a la situación actual, donde los alumnos internacionales deben cumplir con requisitos adicionales si desean permanecer en el país después de terminar sus clases.
La propuesta busca asegurar que estos individuos, que han adquirido valiosas habilidades y conocimientos, puedan seguir contribuyendo a la economía estadounidense en lugar de ser obligados a regresar a sus países de origen. Sin embargo, desde que ha ganado las elecciones, Donald Trump no ha vuelto a repetir esa intención que tenía.
Según los datos más recientes, durante el año académico 2023-2024, más de 1,1 millones de estudiantes internacionales estaban inscritos en universidades de Estados Unidos, lo que representa un récord. Estos, la mayoría de los cuales ingresan al país con visas de no inmigrante, no tienen acceso a una vía directa para obtener la residencia permanente. La propuesta de Trump podría cambiar esta dinámica, abriendo un camino para que los graduados se conviertan en residentes legales permanentes. Esto podría ser particularmente atractivo para las universidades, que ven en ellos una fuente importante de ingresos, y para la industria tecnológica, que depende de profesionales altamente capacitados.
HAY QUIENES NO ESTÁN A FAVOR
A pesar de la aparente sencillez de la propuesta, existen diversas incertidumbres que rodean su implementación. Trump ha mencionado esta idea de manera poco clara en público, y después de la entrevista con “The All-In Podcast”, una portavoz de su campaña ofreció una visión más restringida de la política. Según esta versión, los graduados internacionales tendrían que pasar por un proceso de selección exhaustivo para asegurarse de que no haya vínculos con ideologías extremistas o actividades que amenacen la seguridad nacional. Esta aclaración sugiere que la propuesta original de Trump podría tener matices que aún no han sido completamente detallados.
Los críticos de esta propuesta se han manifestado rápidamente, muchos de ellos provienen de sectores que usualmente apoyan las políticas más duras de Trump en términos de inmigración. Por ejemplo, Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, argumentó que la implementación de esta política podría llevar a una sobrecarga del sistema migratorio y dar lugar a un “mercado de ciudadanía”, donde cualquier título universitario de cualquier institución en Estados Unidos podría ser la llave para obtener la residencia permanente. Esta postura plantea una serie de preguntas sobre la sostenibilidad de un sistema que otorgue tarjetas verdes de manera tan automática.
Además, algunos defensores de los estudiantes internacionales han expresado su preocupación sobre cómo esta política podría afectar no solo a los países de origen de los estudiantes, sino también a la sociedad estadounidense. Allan Goodman, director ejecutivo del Instituto de Educación Internacional, sugirió que muchos estudiantes internacionales vienen a Estados Unidos con la intención de regresar a sus países una vez completados sus estudios. Según él, una oferta demasiado atractiva de Green Cards podría alterar las expectativas de estos estudiantes y provocar una fuga de cerebros en sus países de origen, mientras que en Estados Unidos se podría generar una mayor tensión sobre los niveles de inmigración.
¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR?
A pesar de las críticas, Trump mantiene su postura de que este tipo de política podría beneficiar a la economía estadounidense al atraer a individuos altamente capacitados. La administración Trump anterior ya había intentado implementar cambios en el sistema de inmigración, como aumentar las visas para trabajadores calificados y reducir las asignaciones para miembros de la familia de los inmigrantes, pero no logró obtener el respaldo suficiente en el Congreso. La propuesta de otorgar Green Cards automáticas a los graduados internacionales podría seguir una línea similar, aunque muchos consideran que tendría una difícil travesía legislativa.
A pesar de la incertidumbre, la propuesta de Trump ha abierto un debate importante sobre el papel de los estudiantes internacionales en Estados Unidos y cómo la inmigración puede ser un motor clave para el crecimiento económico. Si bien algunos consideran que este tipo de políticas pueden ser beneficiosas para la nación, otros alertan sobre los posibles efectos secundarios. La idea, aunque todavía no es una política definitiva, sigue siendo un tema candente en la política migratoria de Estados Unidos y un punto de discusión para las futuras elecciones presidenciales. La propuesta podría transformarse en una pieza clave de su plataforma, dependiendo de cómo se desarrollen los eventos en los próximos meses.