El pasado 20 de junio llegó el verano a Estados Unidos, por lo que todos los ciudadanos tuvieron que adelantar una hora sus relojes, un ajuste al que ya están costumbrados, pero como a veces este cambio surge de un momento a otro, para muchos aún es difícil adaptarse. Si hasta ahora es tu caso, ¿qué deberías hacer? Tomando en cuenta que esto rige obligatoriamente para el desarrollo de las actividades, te damos varios puntos para que puedas adaptarte y no resulte ser una pesadilla lo que queda de esta estación.
Cabe mencionar que el cambio de horario en el país norteamericano es una práctica común con el fin de aprovechar la luz del día al máximo, lo que influye directamente en el menor uso de energía eléctrica. Quizá los primeros días cueste adaptarte, pero luego no sentirás nada.
A continuación, algunas sugerencias para que el cambio de horario de verano no afecte tu paz, tranquilidad, pero sobre todo tu salud. Estas fueron hechas por El Diario.
El Departamento de Transporte de EE.UU. (DOT) supervisa las zonas horarias del país. Actualmente, EE.UU. y sus territorios tienen nueve límites de zonas horarias: Atlántico, Este, Central, Montaña, Pacífico, Alaska, Hawái-Aleutiana, Samoa y Chamorro.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson firmó la Ley de la Hora Estándar, introduciendo el horario de verano por primera vez en los Estados Unidos en marzo de 1918, según registra la Biblioteca del Congreso. Esta acción se tomó con el propósito de disminuir los costos energéticos durante el conflicto mundial.
Este retraso de una hora podría provocar desajustes en la rutina de las personas y cambios transitorios de comportamiento, llamado trastorno afectivo estacional (TAE). Aunque se desconocen las causas exactas de este problema, los investigadores del Instituto Nacional de la Salud Mental, indican que quienes la sufren pueden tener un desequilibrio de serotonina, un químico del cerebro que afecta su estado de ánimo. Sus cuerpos también producen demasiada melatonina, una hormona que regula el sueño, y no suficiente vitamina D.
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