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(Bloomberg/Reuters) El presidente de Ucrania urgió por un despliegue de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en las regiones orientales del país, después de que tropas del Gobierno renunciaron a un centro ferroviario estratégico ante los rebeldes prorrusos.
El presidente Petro Poroshenko dijo que una potencial misión de paz fue parte de las conversaciones de la semana pasada sostenidas con el líder ruso Vladimir Putin, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Francois Hollande.
Las fuerzas de paz deben ser desplegadas a lo largo de la línea del frente y las secciones fronterizas con Rusia controladas por los rebeldes, señaló Oleksandr Turchynov, el jefe del Consejo de Seguridad de Ucrania. Horas antes el Gobierno ucraniano retiró a miles de soldados de la ciudad de Debáltsevo tras un feroz asalto de los separatistas prorrusos, que violaron un alto al fuego acordado recientemente.
La caída de la oriental Debáltsevo fue una de las peores derrotas de la guerra para las fuerzas oficiales, que no pudieron frenar el avance de los separatistas apoyados por Moscú que luchan por el territorio al que el Kremlin llama "Nueva Rusia".
Al menos 22 soldados ucranianos murieron en la ciudad en los últimos días, dijo el Ejército, y más de 150 resultaron heridos.
Los combates no cesaron con la retirada. Un corresponsal de Reuters cerca de Debáltsevo vio humo negro elevándose sobre la ciudad y escuchó fuertes explosiones.