Separemos la paja del trigo

La campaña electoral hacia el 2016 empezó. A diferencia de otras épocas, hoy los peruanos estaremos más atentos a "las propuestas" que los candidatos presenten "para resolver los problemas más urgentes" que nos aquejan. Los insultos, diatribas y peleas callejeras deben terminar. ¡Ya es suficiente! No permitamos que unos cuantos nos engañen y nos orillen al caos. Estemos atentos a los temas de fondo y no a las distracciones banales.

El actual Gobierno está de salida y debe dejar todo listo para que el siguiente –aquel que elijamos el próximo año– tome las riendas y continúe promoviendo el desarrollo. Si lo ha hecho mal o bien, esa es una evaluación que tendremos más adelante. Seguir golpeándolos, no tiene sentido; no solo desgasta a quienes se encuentran llevando el timón del país, sino que repercute en todos. Ponerse como meta destruir el Gobierno es lo mismo que intentar destruir al país. Quienes tenemos más de cinco décadas de vida, sabemos lo complicado que es levantar al país de su ruina. Ya lo vivimos y no debemos repetir la historia. Los jóvenes se merecen más.

Mi reflexión no solo va dirigida a la clase política. Es cierto, la influencia negativa que algunos de sus representantes ejercen sobre la población preocupa. Por eso, hago un especial llamado a los hombres y mujeres de la prensa nacional. Si nuestra clase política no está a la altura de las circunstancias, ustedes –los medios de comunicación– sí lo deben estar. Investiguen, analicen, hagan todas las preguntas que sean necesarias, cada cual más aguda que la anterior, pero esfuércense por ser los más independientes y ajenos a la vorágine de mezquindad.

Conozcamos a quienes aspiran a integrar el Congreso. De ellos mucho dependerá qué leyes se darán para salir adelante y en el momento oportuno. Sumemos nuestros esfuerzos y pensemos en el Perú que queremos para nuestros hijos, y trabajemos para moldear ese sueño.

Necesitamos inversiones para seguir creciendo, crear más trabajo y derrotar de manera permanente la pobreza. Merecemos un país con más esperanza, con un horizonte claro hacia el crecimiento.

Estoy seguro de que muchos comparten mi sentir. Queremos escuchar planteamientos e ideas de desarrollo, soportadas sobre bases lógicas y técnicas ya probadas. Queremos saber…¡¡cómo se va a hacer!! No pretendan ser los descubridores de un nuevo mundo. Propuestas demagógicas, quienes tenemos nuestros años, las hemos escuchado ya y sabemos cómo terminan. Listas interminables de propuestas no queremos. Ideas concretas y reales son las que deben primar en esta campaña. En este escenario, el papel del periodismo responsable será decisivo. Necesitamos periodistas incisivos que nos ayuden a auscultar cada iniciativa.

Organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial han sido claros y nos han dicho lo que somos y valemos. Basta de ser negativos y saquemos adelante nuestro país. ¿Por qué no somos capaces de ver lo positivo que tenemos para seguir adelante? Seamos claros, tenemos un enemigo común: la crisis económica internacional. Si todos lo tenemos claro, saldremos airosos de estos momentos difíciles.

Debemos tener presente que la inversión en recursos económicos y humanos en educación debe continuar. Los resultados no serán inmediatos, recién podrán percibirse en 20 años, pero es imperativo que continuemos. Países vecinos, con mayores problemas que los nuestros, ya nos llevan la delantera. Un pueblo sin educación se condena al fracaso y a repetir sus errores.

El 2016 va a ser difícil, tendremos el Niño y un entorno económico internacional difícil. Está en nuestras manos no retroceder. Pongamos por delante nuestros valores y esforcémonos a estar a la altura. Ese debe ser el objetivo que marque nuestro actuar, pero principalmente de los políticos y periodistas. Estoy seguro de que podemos hacerlo. Desterremos los insultos y las críticas improductivas. Los jóvenes hoy nos están observando. Demostremos que los peruanos somos más que nuestras debilidades.