Finanzas y tecnología. Tras la pandemia, la necesidad de realizar transacciones rápidas, ya sea para pagos o envío de remesas, impulsó el auge de las Fintech en el país: actualmente hay más de 340 de estas empresas operando en diferentes verticales, y es probable que este año la mitad pertenezcan a capitales extranjeros. Las que están aterrizando, además, son compañías que llegan con nuevos modelos de scoring diseñados para atender al segmento no bancarizado, que es casi el 30% de la población mayor a los 18 años.
El ecosistema Fintech ha evolucionado a tal velocidad en los últimos años que su definición aún sigue ajustándose. Lo que comenzó como alternativas financieras alejadas del sistema bancario tradicional ahora incluye empresas como Yape, la Fintech más grande del país, vinculada directamente al BCP. La guerra entre Rusia y Ucrania también marcó otro hito en su historia, pues alentó la aparición de las Fintech especializadas en criptoactivos. Incluso en verticales como el Factoring, la dinámica ha cambiado: son las grandes empresas las que ahora buscan a estas Fintech, y no tanto al revés.
A pesar del crecimiento del sector, no todas las Fintech en el Perú tienen como prioridad atender al segmento no bancarizado, aunque a nivel global este público suele ser el núcleo del negocio. Este comportamiento sería más evidente entre las Fintech de pagos, criptoactivos y cambio de divisas, según Álvaro Castro, socio de Damma Legal Advisors. “Diría que son una minoría las que se enfocan en los no bancarizados, como Agente Cash, que es la excepción y opera en la región San Martín. La mayoría sigue dirigida al sector bancarizado o sub bancarizado”, afirma.
La razón no radica en restricciones normativas, sino en una prevención legal. La cuenta bancaria sigue siendo el principal punto de entrada para acceder a productos financieros. Es la ruta. En el caso de las Fintech de remesas, el objetivo está en los sub atendidos que buscan mejores productos y experiencia de usuario; mientras que las Fintech de criptoactivos tienden a excluir a los no bancarizados, ya que no aceptan depósitos en ventanilla para reducir así el riesgo de lavado de activos, explica Castro.
Nuevo modelo
El mercado peruano sigue atrayendo nuevos emprendimientos. Perú lidera el crecimiento en número de Fintech entre los seis países emergentes de la región (en el que se encuentran Ecuador, República Dominicana, Uruguay, Costa Rica y Guatemala). ¿La razón? El impulso de leyes y la implementación de normas que regulan con claridad el ecosistema en los últimos años, resalta el informe Fintech en América Latina y el Caribe publicado en el 2024 por el BID.
Javier Salinas, presidente de la Asociación Fintech del Perú, señala que uno de los mayores atractivos del mercado es su población de más de 30 millones de personas, con una amplia PEA. “Más de tres millones ya utilizan finanzas y tecnología”, comenta, aunque también reconoce que el gremio todavía está analizando información para estimar cuántos peruanos han solicitado, por ejemplo, préstamos a Fintech, además de otros datos (en Argentina, hay 6 millones de personas que solicitaron créditos a las Fintech).
Álvaro Castro, de Damma Legal Advisors, consultora que asesoró a 30 nuevas Fintech en el 2024, anticipa un aumento significativo de empresas enfocadas en préstamos, factoring y pagos en el país. “Habrá un número interesante ingresando al país, dirigidas al sector MYPE y al usuario no bancarizado”, asegura. Para el 2025, dice, las verticales de préstamos y pagos serán las de mayor crecimiento, duplicando el número que ingresó el año pasado. La norma de interoperabilidad impulsará la competencia, permitiendo a los clientes optar por servicios más eficientes y accesibles, lo que generará valiosa data transaccional: esa será “la reina del ecosistema”. Aunque el sector cripto muestra expectativas globales prometedoras, podría no despegar por completo hasta el 2026 en el país (aunque ya hay cerca de 20 empresas registradas en el Perú). El resto de las verticales, advierte, se mantendrían en un terreno cauteloso en este año preelectoral.
Y estas nuevas Fintech que ingresen al mercado se enfocarán principalmente en el segmento no bancarizado, gracias a modelos alternativos de scoring. Estas empresas están utilizando datos relacionados con patrones de consumo o comportamiento de productos, en lugar de basarse en flujos de ingresos o facturación. “Por ejemplo, en algunos países analizan el consumo eléctrico para evaluar la capacidad de gasto de los usuarios. Empresas como Rappi aplican un enfoque similar, evaluando el nivel de comisiones generadas por los traslados de productos. Este modelo de scoring es disruptivo y se aleja de las métricas tradicionales, ofreciendo una nueva forma de atender a los no bancarizados”, comentan los expertos.
Los datos, la reina del ecosistema
Además de lo anterior, también se incluyen más empresas en la tendencia del financial embedded, modelo que se da cuando un negocio con alta capilaridad integra servicios financieros dentro de su operación principal. Por ejemplo, plataformas como Rappi, Uber o DiDi, al manejar grandes volúmenes de datos transaccionales, tienen la capacidad de evaluar la capacidad crediticia de sus afiliados. En el caso de Rappi, conocen cuánto venden sus comercios afiliados y pueden calcular su capacidad de endeudamiento, mientras que la cobranza se realiza directamente a través de sus operaciones.
De manera similar, empresas de servicios básicos como luz, agua o gas también podrían aprovechar sus datos para evaluaciones crediticias. En su momento Cálidda exploró la posibilidad de ofrecer créditos a sus clientes basándose en su consumo de gas. Cualquier servicio recurrente que cuente con datos de consumo puede usar esta información para desarrollar modelos de scoring crediticio.
Finalmente, el crecimiento del factoring está respondiendo ahora al interés de las grandes empresas por buscan garantizar liquidez a sus proveedores. Ahora, es la gran empresa quien busca servicios financieros que aseguren la continuidad operativa de su cadena de suministro, comenta Castro. Junto a estos cambios, la Asociación de Fintech anticipa que las fusiones y adquisiciones que ocurran este año en el Perú, serán principalmente dentro de la misma vertical, aunque no se descarta la integración entre empresas complementarias. “Estamos entrando a un proceso de consolidación”, concluye Javier Salinas.
Datos
- Según el informe de Finnovista, aunque en el 2024 hubo 193 Fintech locales activas, se registró un incremento significativo en las operaciones financieras, con un movimiento superior al 25% respecto al año anterior. Esto refleja una etapa de consolidación en el sector, por lo que la posibilidad de fusiones, adquisiciones y joint ventures en el corto plazo están vigentes, dice Javier Salinas, presidente de la Asociación Fintech Perú.
- Las Fintech extranjeras ingresan al país con capital levantado previamente y modelos de negocio validados en sus países de origen, lo que les permite operar de manera más eficiente. Por el contrario, las Fintech locales todavía enfrentan desafíos en el levantamiento de capital. Al tercer trimestre del 2024, por ejemplo, solo lograron captar US$ 29 millones, una cifra que evidencia un importante gap que debe cerrarse en los próximos años.
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Coordinadora en la revista G de Gestión e integrante del podcast de economía y negocios 'Actualidad Latinoamericana'. Escribo sobre management, agricultura, tecnología y emprendimientos. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Activa participante de los cursos del Centro Knight para el Periodismo en las Américas.