Desde que empezó en julio, el proceso de reactivación de los vuelos no regulares ha sido difícil para los tres tipos de actividad en que se dividen: turísticos, instructivos y chárter. Sin embargo, la recuperación para estos últimos está resultando mucho más rápida.
Según la Asociación de pilotos y propietarios de aeronaves del Perú (AOPA Perú), en el Perú hay cuatro empresas dedicadas al negocio de los vuelos chárter, que se caracterizan por trasladar a un grupo de personas en exclusiva. Estas compañías poseen en conjunto nueve aviones con una capacidad de entre ocho y 10 personas cada uno.
La pandemia del coronavirus paralizó las actividades de la aviación no regular y también es el mayor obstáculo para su recuperación. Sin embargo, la mayor demanda de este tipo de vuelos se relaciona con la atención de emergencias ocasionadas por este mal, según indicó el director de AOPA Perú, Djordje Velickovich.
Añadió que se ha registrado una cantidad significativa de vuelos privados internacionales con fines corporativos.
“Los vuelos chárter todavía no operan a los niveles previos al COVID-19, pero dentro de la aviación regular, es el rubro al que mejor está yéndole”, dijo Velickovich a gestion.pe.
Los vuelos no regulares son todos aquellos que no siguen una ruta comercial, pues tienen otros fines a los de los regulares, como los turísticos, formación de pilotos (instructivos) o los chárter. Por la naturaleza de estas actividades, los aviones empleados suelen tener un tamaño pequeño y se les conoce como avionetas.
Son precisamente los vuelos chárter los que brindan la mayor rentabilidad pero también requieren una inversión superior. Sobre este punto, el director de AOPA precisó que cada avioneta requiere una inversión de en promedio US$ 3 millones. Recuperar esta inversión tarda alrededor de 10 años, según señaló. Los precios cobrados por estos vuelos varían según el recorrido, pero pueden ir de los US$ 500 hasta los US$ 10,000, de acuerdo con información de AOPA.
Sin embargo, el plazo de recuperación se podría reducir a 3 o 4 años, resaltó, si volviera a entrar en vigencia la Ley de Promoción de los Servicios de Transporte Aéreo, que entre el 2000 y el 2015 garantizaba beneficios tributarios a los empresarios que invertían en aeronaves con matrículas peruanas.
En lo relativo a las empresas dedicadas a la instrucción, Velickovich indicó que son unas 12 con 40 aviones, que han logrado un avance del 60% en la recuperación de sus actividades. Aún no se logra el 100% porque no todos los alumnos están retomando las clases (que requieren de la presencia física del estudiante), sino que en especial lo hacen quienes ya están por concluir su preparación como pilotos.
En tanto, se encuentran paralizadas 23 de las 25 empresas de vuelos que se dedicaban a los turísticos sobre la Líneas de Nazca, con entre 35 y 40 aviones en total. Solo dos han conseguido reinventarse y brindar el servicio de aerotaxi en la selva peruana. Las demás no lo han logrado debido a la alta inversión que se requiere. Por ahora, tampoco pueden desempeñarse en el rubro turístico debido a la poca afluencia de viajeros y a las reducciones de aforo que hacen inviable el negocio.