Ante le eminente segunda ola del COVID, el Gobierno dispuso nuevas medidas en base a una clasificación epidemiológica -basadas en alertas sanitarias- realizada para cada región que va desde el nivel moderado hasta el alto y muy alto.
Si bien, los viajes interprovinciales de pasajeros estarán permitidos -tal como se asegura desde el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo- las diferentes clasificaciones entre regiones y por ende horarios diferenciados de toque de queda y de inmovilización social obligatoria -por ejemplo- sí tendrán un efecto directo en el traslado de pasajeros.
Sobre todo -explicó a Gestión.pe el gerente general de transportes Civa, Luis Miguel Ciccia- en los viajes entre Lima Metropolitana y Lima Provincias, es decir, de Lima hacia Huaral (que es el más demandado), Barranca, Cañete, Ica, Pisco, Chincha, entre otras rutas cortas, que son más demandados y que tienen más frecuencias (más salidas) en comparación con las rutas más largas -como por ejemplo- de Lima a Piura, Cajamarca, Arequipa u otra región.
Ello debido a que -si se observa la clasificación realizada por el Gobierno- Lima Metropolitana está clasificada en nivel alto, mientras que Lima Provincias está en nivel muy alto, lo que implica que el toque de queda empieza desde las 7 de la noche y que los domingos hay inmovilización social obligatoria (prohíbo el tránsito de personas y de autos particulares).
Las 10 provincias de Lima -cabe recordar- son Barranca, Cajatambo, Canta, Cañete, Huaral, Huarochirí, Huaura, Lima, Oyón y Yauyos.
Esta situación podría generar una reducción de las frecuencias de viajes para cumplir con las restricciones de toque queda e inmovilización social obligatoria, lo que podría implicar una pérdida estimada en el sector cercano a S/ 1′200,000 al día.
“Entre Lima Metropolitana y Lima Provincias hay cerca 2,000 buses que se mueven diariamente y como son rutas cortas hacen un promedio entre 2 a 3 viajes diarios, genera un movimiento de aproximadamente (cada bus) de S/ 1,500 diarios, lo que un implica un movimiento global de S/ 3′000,000 al día. Estas restricciones generarán una merma de 40%, lo que implica una reducción a S/ 1′200,000 diarios debido a que se van a reducir las frecuencias de salidas para cumplir con el mandato gubernamental”, acotó.
El empresario consideró que en el caso de las rutas más largas aún no se tiene claro el impacto, pero -consideró- que debería ser mucho debido a que la frecuencia no es tan amplia y hay horas de salidas ya establecidas.
Lo que pasa entre Lima Metropolitana y Lima Provincias también se verá reflejado en los viajes entre ciudades -por ejemplo- en Piura en los viajes hacia Chulucanas, Talara o Paita, que son las más demandados y hay un mayor movimiento de personas.
Martín Ojeda, de la Asociación de Empresas de Transporte Interprovincial del Perú, comentó a Gestión.pe -en tanto- que el sector va a trabajar respetando los parámetros establecidos, lo que traerá como consecuencia directa que en las regiones con clasificación de nivel muy alto se recorten los horarios de llegada y salida de buses, tomando en cuenta que el toque de queda en estas siete regiones empieza desde las siete de la noche y hay inmovilización social obligatoria los días domingos.
“Actualmente solo opera el 35% del total de flota que brinda el servicio de transporte interprovincial, es decir, 6,500 buses. En cambio el 70% esta paralizada. De esto modo, el recortarse los horarios de operación en las regiones con riesgo alto va implicar una disminución de las frecuencias, lo que sin duda va a impactar al sector. Tengo en cuenta que el 25% de las empresas interprovinciales han dejado de circular por la pandemia”, dijo.
Lo que le preocupa al gremio -agregó- es que continúan circulando los taxis colectivos que brindan el servicio de transporte interprovincial, convirtiéndose en focos de contagio y sin acciones de control de parte de las autoridades gubernamentales.
“Esa es nuestra preocupación principal ya que a pesar de que aún no sale el reglamento de la ley emitida por este parlamento y que formaliza a los taxis colectivos, estos señores se creen dueños de las pistas y hacen lo que quieren pese a que hay un rebrote del COVID”.
Ante ello, Ojeda adelantó que tanto el gremio de buses interprovinciales con el de transporte de carga van a paralizar sus actividades el próximo 16 de marzo de manera indefinida. Esta decisión se tomó -precisó- por dos razones:
- “A pesar de las crisis sanitaria tenemos el combustible más caro y la devolución del ISC que equivale entre el 17% a 20% del costo del combustible no se ha hecho, lo que es un fracaso total de Sunat y del propio gobierno”, sostuvo Ojeda. Como se recuerda, a través del DU 012-2019 (emitido en noviembre del 2019) se estableció la devolución del 53% del monto correspondiente al Impuesto Selectivo al Consumo por galón de combustible diésel para los transportistas de personas y de carga que cuenten con las condiciones mínimas para circular por las carreteras preservando la seguridad vial. “Ello, no se ha cumplido”, según Ojeda.
- “La otra razón es que los transportistas pagamos los peajes más caro del mundo, por lo que estamos pidiendo que al transporte formal, se le haga una devolución del 20% al 30% (del peaje) como ocurre en otros países de la región”, añadió.
- Igualmente el gremio está solicitando algunas consideraciones para aquellas empresas que recibieron garantía estatal a través del programa Reactiva Perú. “Esta ayuda estatal no tomó en cuenta la segunda ola del COVID ni tomaron en cuenta la toma de carreteras por el paro agrario, por lo que estamos pidiendo un año más de gracia y una ampliación de los pagos a realizar”.
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