Quién será el próximo presidente de Estados Unidos, la decisión de China y Estados Unidos de desacoplarse en el ámbito tecnológico, las políticas sociales en India a expensas de la agenda económica o la política vs. el cambio climático son solo algunos de los 10 riesgos mundiales para este año, que enumera Eurasia Group.
“Hemos vivido con el crecimiento de los niveles de riesgo geopolítico durante casi una década, pero sin una verdadera crisis internacional. Fuera de la geopolítica, las tendencias mundiales han sido muy favorables. Eso ahora está cambiando”, anota.
Pero no todos los riesgos “están allá afuera", lejos de Latinoamérica. De hecho, en descontento de la región está en la lista. Para Eurasia, la ira pública mantendrá alto el riesgo de inestabilidad política en toda la región. Las quejas de los votantes incluyen crecimiento lento, corrupción y servicios públicos de baja calidad. Las clases medias nuevas y vulnerables quieren más gasto en servicios sociales, y las sociedades latinoamericanas están profundamente polarizadas.
Siendo así, anota el informe, este descontento reduce la capacidad de los gobiernos para tomar las medidas de austeridad necesarias. El FMI y los inversores presionarán por la prudencia fiscal, pero los gobiernos de toda la región responderán a medias. Estas presiones generarán riesgos en toda América Latina: se producirán protestas, los equilibrios fiscales se deteriorarán, los resultados electorales serán menos predecibles, los políticos populistas y antiestablishment se fortalecerán y el sentimiento empeorará.
Agrega que la elección de presidentes de derecha en Argentina (2015), Brasil (2018), Colombia (2018), Chile (2017) y Ecuador (2017) ha demostrado ser una reacción violenta contra el establishment político en lugar de un respaldo al mercado reformas. Y abundan los ejemplos de descontento popular que conducen a un cambio político negativo para el mercado. Aquí algunos detalles de Eurasia Group:
-Argentina-
“En Argentina, el presidente Alberto Fernández fue elegido por votantes enojados y heridos. Él aumentará la intervención estatal e intentará impulsar el crecimiento al abandonar la prudencia fiscal y monetaria. Las negociaciones con los acreedores privados y el FMI serán contenciosas. Fernández intentará minimizar los pagos de la deuda durante su mandato, y se negará a implementar reformas laborales y de pensiones”.
-Ecuador-
“En Ecuador, un electorado enojado obligó al presidente Lenin Moreno a retirarse de un aumento en el precio del combustible que negoció con el FMI, dejándolo severamente debilitado. Luchará para reducir el gasto o aumentar los ingresos adicionales, presionando el saldo fiscal y el programa del FMI. Estos acontecimientos aumentan la probabilidad de que surja un candidato populista antes de las elecciones de 2021”.
-Colombia-
“El presidente colombiano, Ivan Duque, luchará por mantener la estabilidad fiscal. Dieciocho meses en un plazo de cuatro años, su índice de aprobación es del 24%. Sin una mayoría en el Congreso y enfrentando la creciente presión de las calles, Duque no podrá aprobar reformas estructurales significativas, y el descontento de los votantes crecerá”.
-Chile-
“La ira pública y las protestas en Chile obligaron al presidente Sebastián Piñera a aumentar drásticamente el gasto social y comenzar el proceso de reescribir la constitución en 2019. Los disturbios fueron el resultado de un profundo descontento con el status quo. Los cambios constitucionales perjudicarán a la economía al provocar un mayor gasto, más regulación y una persistente incertidumbre sobre la sustancia de los cambios”.
-México-
“En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue siendo popular, pero su promesa de mantener la estabilidad fiscal y aumentar el gasto será difícil de mantener. Se ha comprometido a impulsar el gasto social y de infraestructura mientras lucha con una economía en desaceleración y una menor producción de petróleo. López Obrador impulsará las medidas de austeridad y aumentará los impuestos, pero estos no serán suficientes. Las condiciones de seguridad empeorarán”.
-Brasil-
“Brasil es el principal país económicamente prometedor de la región para 2020. El presidente Jair Bolsonaro, como muchos de sus colegas, fue elegido como un outsider. Ha aprobado una importante legislación de reforma de pensiones y está llevando a cabo otras revisiones, incluso sobre impuestos. Sus índices de aprobación son bajos (44%) pero estables, y tiene una base leal. Pero mientras la economía brasileña se encuentra en una tendencia favorable, la ira pública vendrá rápidamente si las previsiones actuales de un repunte no funcionan. Eso, a su vez, limitaría la capacidad de Bolsonaro para implementar reformas, lo que podría llevar a su administración hacia un nacionalismo más abierto y/o ayudar al retorno de la oposición en 2022, de cualquier manera, un desafío para la economía más grande de la región”.