En la segunda quincena de marzo (del 17 al 30), es decir, en plena cuarentena por el covid-19, el tráfico vehicular en redes viales concesionadas se contrajo en 67%, respecto al mismo periodo del 2019, pero mostró una menor caída (-54%) el tráfico de vehículos pesados como resultado de la circulación de carga de productos de primera necesidad, señala un informe de Macroconsult (ver tabla).
Gonzalo Ruiz, economista asociado de Macroconsult, señaló que el más afectado fue el tráfico de vehículos ligeros (autos privados, de menor envergadura) y, en menor medida el tráfico de vehículos de carga pesada, debido a la autorización de que se mantenga el transporte de alimentos y otras actividades permitidas durante la cuarentena.
Según Ruiz, es probable que el tráfico de vehículos de transporte de carga haya venido mejorando en abril, pero muy gradualmente.
“Algunas cifras sugieren que en abril el nivel de tráfico de transporte de vehículos de carga estaría incrementándose, pero en la segunda quincena de marzo fue una paralización casi total de actividades y luego se observa un muy gradual reinicio de ciertas actividades de transporte. Conforme se fue teniendo más información sobre qué actividades estaban restringidas se ha ido reactivando muy gradualmente, pero dentro del contexto de la cuarentena lo que se aprecia es una para significativa del transporte de carga”, precisó.
Entre esos indicadores están el de consumo eléctrico y los de movilidad, que muestran una paulatina recuperación, pero muy lenta del transporte de vehículos en Lima, de carga y también en otros rubros, señaló.
Refirió que, por ejemplo, en el caso del delivery, los negocios están encontrando formas (en el límite de la restricción, taxis, por ejemplo) de poder usar medios para llevar sus productos a sus clientes.
“Ello puede explicar en parte la reactivación gradual, y lenta, de la movilidad de vehículos que se está observando en los últimos días, producto de que se han ido aclarando las restricciones para algunas actividades”, acotó.
Reinicio de actividades
Sin embargo, agrega, esta reactivación gradual tiene un límite en las restricciones que impone la cuarentena, y recién con el reinicio de actividades que se están anunciando este panorama podría mejorar.
Ruiz refiere que entre las actividades que se ha anunciado que se reiniciarían primero estaría el delivery de restaurantes, cuyo impacto en el transporte vehicular va a depender de cuántas empresas puedan hacerlo y qué protocolos se establezcan, pero sí podría explicar una reactivación importante de la movilidad vehicular en Lima.
Igual impacto se tendría en el transporte de carga, en la medida que las actividades productivas orientadas a productos y servicios de consumo masivo se vayan reiniciado, ya que son actividades complementarias con el transporte vehicular.
Transporte marítimo
En cuanto al transporte marítimo, el transporte de carga se mantuvo o no se vio afectado significativamente, debido a las medidas que dio el Gobierno que permitieron el funcionamiento de las cadenas logísticas de carga nacional e internacional, pero también porque muchos productos que provienen de China, o de largas distancias ya estaban en camino, por lo que la reducción del tráfico marítimo respecto a otras modalidades ha sido mucho más lenta en ese periodo, señala Ruiz.
En cambio, el impacto en el transporte marítimo de pasajeros, que son básicamente cruceros, actividades de turismo, recreacionales, fue inmediato.
Algo similar se observa en el trasporte fluvial que en el caso del Perú es muy importante en el oriente (Iquitos, básicamente), agregó.
- Peajes dejados de cobrar: la solución es negociar -
Como consecuencia de la reducción en el tráfico vehicular (ver tabla) Macroconsult estima que la recaudación en el cobro de peajes en concesiones autofinanciadas, se redujo en 60% (S/ 21.2 millones).
Al respecto, Gonzalo Ruiz señala que este problema impacta básicamente a las concesiones autofinanciadas.
La solución que se ha dado en otras situaciones similares, en las que por situaciones de fuerza mayor las empresas no han podido cobrar los peajes, es lograr algún acuerdo con el Estado, para que el pago de sus ingresos se aplique contra la retribución que hacen estas al Estado, agrega.
En el caso actual se debería buscar la solución con el MTC. Ya se ha hecho antes en otros casos en el Perú, dijo. De lo contrario, las concesionarias podrían llevar el caso a arbitraje con probabilidad de que pierda el Estado.