A pesar del avance, el CPTPP aún está lejos de estar concluido.
A pesar del avance, el CPTPP aún está lejos de estar concluido.

Revivir el acuerdo original de la Asociación Transpacífico (TPP), un acuerdo comercial entre 12 países de la Cuenca del Pacífico, es técnicamente imposible. Para entrar en vigor, los miembros que componen al menos el 85% del PBI combinado del bloque tenían que ratificarlo. Tres días después de asumir la presidencia, Donald Trump anunció que Estados Unidos estaba fuera, y con ello el 60% del PBI total. El pacto estaba condenado.

Pero el 11 de noviembre, otro acuerdo comenzó a erigirse en su lugar, con un nuevo nombre medio trabalenguas: el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP). Los ministros de sus 11 miembros emitieron una declaración conjunta diciendo que habían acordado los elementos centrales y que demostraban su "firme compromiso con los mercados abiertos". El simbolismo político fue poderoso. A medida que Estados Unidos retrocede, otros liderarán en su lugar.

Sin embargo, el CPTPP aún está lejos de estar concluido. Esta verdad inconveniente no es sorpresa. Revivir el pacto sin su miembro más grande siempre sería difícil. Sin Estados Unidos, las incómodas concesiones hechas en el antiguo TPP pueden parecer de menor valor. Pero cualquier intento de una renegociación completa puso en riesgo todo el acuerdo. Si los países aprovechaban la oportunidad para obtener nuevas concesiones en sus áreas preferidas, otros podrían hacer contrademandas y las conversaciones podrían caer en un caos proteccionista.

Las pocas áreas no resueltas reflejan estos desafíos. Malasia quiere más tiempo para ajustarse a las normas que rigen sus empresas estatales. Brunei quiere un enfoque más indulgente con su industria del carbón. Y Vietnam, que ganaba más con un acceso adicional al mercado de ropa estadounidense, quiere más tiempo antes de que pueda enfrentar sanciones por violar las leyes laborales del pacto.

Los ministros de comercio de México y Canadá tuvieron una tarea especialmente difícil, dada su participación en las negociaciones comerciales con los estadounidenses sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Cualquier cosa que México y Canadá concedieran en el TPP podría quedar inutilizable como moneda de cambio en conversaciones por separado con Trump.

Las conversaciones dieron un giro dramático el 10 de noviembre cuando parecía que se había llegado a un acuerdo, solo para que los canadienses retrocedieran. (Según Wendy Cutler, una negociadora estadounidense del TPP, tales tácticas no son inusuales). Los Canucks quieren un mejor acceso al mercado japonés de vehículos y les preocupa que un acuerdo CPTPP sobre automóviles complique la política de las negociaciones del TLCAN; también quieren más libertad para obligar a las empresas a desarrollar contenido cultural canadiense.

Por su parte, los negociadores japoneses deseaban crear un incentivo para que Estados Unidos se uniera al CPTPP en el futuro. Algunas de las reglas originales podrían beneficiar a Estados Unidos incluso fuera del pacto, lo que reduciría su incentivo para volver a unirse. Pero abandonar demasiadas reglas puede causar la pérdida de los beneficios del documento original. Además de las áreas aún en discusión, la declaración ministerial enumeró 20 exclusiones del pacto original.

Se suspenderán las reglas que otorgaban un trato especial a los envíos expresos, un alivio para compañías estadounidenses como DHL y Federal Express. Lo mismo ocurrirá con la protección de la propiedad intelectual, que también combatieron ferozmente los negociadores estadounidenses. (Si EE.UU. deseaba volver a unirse, entonces, en teoría, podría negociar la vigencia de estas cláusulas.) Las reglas contenciosas que permiten a los inversores llevar a los tribunales a los gobiernos se han reducido en su alcance. Los estados pueden obligar a los inversores a firmar acuerdos que renuncien a su derecho a presentar demandas en virtud del CPTPP.

A pesar de estas dificultades, hasta ahora, el CPTPP se ve impresionantemente similar a su padre. Parece que el nuevo acuerdo preservará el acceso al mercado acordado en el TPP. Y a pesar de que las diferencias permanecen, no parecen detener el show. La ausencia de Estados Unidos reduce los beneficios económicos del acuerdo, pero no los elimina.

Renunciar al pacto dilapidaría años de conversaciones, así como la oportunidad de mejorar los acuerdos comerciales existentes y estimular las reformas económicas. El plan es finalizar un acuerdo CPTPP en el primer trimestre del 2018. Incluso si Estados Unidos ha rechazado sus propias reglas, otros todavía ven valor en ellas.