El sector financiero es uno de los más innovadores. Se ve, por ejemplo, en el crecimiento del ecosistema fintech (ya hay unas 130 en el Perú). ¿Pero cómo va en la adopción de nuevas tecnologías?
“La mentalidad innovadora de los equipos gerenciales en el sector financiero peruano es mayor al promedio de Latinoamérica”, asegura Ximena Alemán, founder y chief business developer officer de Prometeo, la mayor plataforma de open banking en Latinoamérica que hace un año llegó al Perú.
Según su experiencia, el sector financiero local es más permeable a la innovación y tiene un nivel de receptividad mayor al promedio latinoamericano.
Para Alemán, esto se debe al alto nivel educativo de los equipos gerenciales, al tamaño de las instituciones financieras peruanas que permite tomar decisiones relativamente rápido, y al discurso constante de los empresarios de tratar que el Perú salga adelante.
Cuenta que algo que le ha sorprendido gratamente del ecosistema peruano es que los ejecutivos rápidamente saben cómo implementar la tecnología a distintos campos de uso. “En muchos casos nos piden diferentes aplicaciones a las clásicas de open banking. Eso para mí habla muy bien de la mentalidad y necesidades de innovación de los equipos gerenciales”, afirma
“El ecosistema financiero peruano está interesado en la tecnología, busca casos de uso, piensa en cómo puede aplicar la tecnología, incluso cuando no hay una regulación a favor de ella”, agrega la ejecutiva uruguaya. Es el caso de la banca abierta.
Open banking, o banca abierta, es una tendencia de innovación muy reciente (menos de diez años) a nivel mundial. Se trata de la práctica de compartir información financiera de forma digital y segura. Su uso facilita la personalización de productos o servicios, fomenta la creación de nuevos y mejora la experiencia de usuario.
Países como el Reino Unido, Singapur, Japón, Nueva Zelanda, Australia, Israel, México y Brasil ya cuenta con una regulación para open banking. El Perú aún no. “Pero no diría que el sistema peruano está atrasado en open banking”, asegura Alemán.
En el Perú ya hay casos concretos de aplicación de open banking y Prometeo ya está en conversaciones con varios jugadores de la plaza financiera. “Entonces, para el regulador va a ser mucho más sencillo porque se trata solamente de regular algo que ya está pasando en la industria y que la industria ya sabe cómo manejar”, considera Alemán.
Para la fundadora de Prometeo, es más relevante la discusión tecnológica que la regulatoria porque se trata de lo que el propio sistema financiero está pidiendo y porque “a la tecnología no la frena nada”. “No hay un regulador diciendo ‘Esto sí, esto no’. Es simplemente la necesidad del mercado”.
Alemán cree que eventualmente el regulador tendrá que ponerse al día y regular open banking por ser ya una tendencia dominante. “Con México y Brasil ya regulados a favor de la banca abierta, es cuestión de tiempo para que el resto de Latinoamérica se pliegue”, asegura.