Redacción Gestión

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México (AP).- La violencia y las protestas sociales derivadas de la en septiembre en el sur del país provocaron la cancelación de más del 60% de las reservas de cuartos de hotel en el balneario de Acapulco para el puente festivo del próximo fin de semana.

"Esa cifra enfoca la cadena de valor del turismo formal en cuartos de hotel y su derrama. Para este puente se reporta una ocupación del 20% de un nivel de reservas que se estimaba en torno al 85%" dijo a The Associated Press Joaquín Badillo presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en el Estado de Guerrero, donde se encuentra Acapulco.

Un recorrido de reporteros de The Associated Press por las playas permitió constatar que lucen semidesiertas, con pequeños grupos de bañistas en la Zona Dorada, a pocos días de que comience el fin de semana largo que conmemora la revolución mexicana de 1910.

"Las cancelaciones no llegan por la inseguridad ni por las desapariciones de los estudiantes sino por las marchas de protesta", dijo Badillo.

El empleo temporal en el sector turístico está sufriendo. "Hablamos de los trabajadores en limpieza, seguridad, los bartenders, los comerciales, o el rubro del transporte", dijo Badillo, que también señaló que en la ciudad, un grupo empresarial que controla alrededor de 10 hoteles ha tenido que dejar de contratar a unas 200 personas estas últimas semanas.

Familiares, estudiantes y maestros continúan movilizándose y reclamando la aparición de los 43 estudiantes de magisterio que habían llegado a manifestarse contra una actividad de la alcaldía de Iguala, al norte de Acapulco cuando fueron atacados a tiros por la policía en un confuso incidente que dejó seis muertos. Después los agentes los arrestaron y entregaron a sicarios del crimen organizado que, según confesiones de varios detenidos, los ejecutaron y quemaron, dificultando su identificación.

La imposibilidad de identificar los restos hallados en el basurero debido al nivel de descomposición que presentan, impide tener la certeza de que son los de los estudiantes.

A la espera de una confirmación que podría demorarse meses, los jóvenes siguen oficialmente desaparecidos y sus familiares, acompañados de diversas organizaciones sociales, continúan no sólo la búsqueda sino las protestas contra las autoridades, unas protestas que nadie limita.

El 17 de octubre decenas de miles de manifestantes tomaron la ciudad de Acapulco pacíficamente. El lunes bloquearon el aeropuerto de Acapulco con la cara cubierta, machetes, bombas incendiarias, picos y palas. Incluso llegaron a atacar a la policía estatal. El martes, quemaron la sede del Partido Revolucionario Institucional en la capital del estado y el miércoles el edificio del Congreso estatal y la sede de la contraloría de la Secretaria de Educación.

Una docena de agrupaciones empresariales del estado, lideradas por la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas emitieron la semana pasada un comunicado en el que reconocen la justicia de los reclamos de los manifestantes. "La autoridad no termina de dar una verdad absoluta. Y deja una razón justificada para que las familias continúen exigiendo la aparición con vida de sus hijos", señaló Badillo.

Pero critican que cada día se vivan "condiciones de desorden civil, pánico, daños en propiedad privada, vandalismo, saqueos, bloqueos de las vías de comunicación derivados de la total ausencia de orden público", dice el comunicado.

Los empresarios son categóricos. "Que se dé un castigo ejemplar, rápido y expedito a los responsables de la desaparición de los estudiantes, explica Badillo. Y mientras tanto, pide que el estado, responsable último de lo que provoca las protestas, les otorgue a los emprendedores una exención de impuestos de al menos seis meses "para no tener que prescindir de los trabajadores y poder mantener las inversiones y las instalaciones", según Badillo.

En la segunda mitad del siglo XX, Acapulco fue uno de los destinos turísticos más cotizados de México al que llegaban incluso estrellas de cine internacionales. Posteriormente comenzó a decaer. Tras una transición al turismo nacional en los últimos años, con el incremento de la inseguridad, toques de queda oficiosos impuestos por el crimen organizado y secuestros generalizados, la situación se ha agravado.

De 180 cruceros que llegaban a la ciudad antes de 2011, en 2014 han llegado cinco según cifras de los empresarios locales.

La caída en la actividad turística coincide con el análisis hecho público el miércoles por el Fondo Monetario Internacional respecto a la economía mexicana en el que señala que los indicadores del mercado laboral sugieren que la economía sigue operando por debajo de su potencial.

El FMI también propone que México aumente su crecimiento en el mediano plazo a través de la inversión tras una fuerte desaceleración en 2013 proveniente de una demanda externa débil y una disminución en la actividad de la construcción.