La producción del banano orgánico del país empezó a recuperarse en julio, tras sufrir en el primer semestre una caída ocasionada por el contagio de parte del personal, indicó Oscar Raymundo, gerente general de la Asociación de Productores Orgánicos de Querecotillo (APOQ), gremio del departamento de Piura.
“No hemos tenido problemas de demanda, sino dificultades en la producción. En realidad, ya teníamos complicaciones el año pasado con el clima y este año la pandemia se sumó a ello, porque muchos fundos no han podido hacer sus labores regularmente debido a la falta de personal”, explicó a Gestion.pe.
En el último verano, los principales factores climatológicos que perjudicaron a la producción de banano fueron el calor excesivo y la escasez de lluvias, pues esta última impidió almacenar agua en los reservorios.
Desde que la pandemia afecta al país, parte de los trabajadores de las plantaciones de banano orgánico dejaron sus labores temporalmente, ya sea por haber contraído el coronavirus o por considerárseles vulnerables debido a su salud y/o edad. Pero a partir de julio los niveles de contagios en el norte del país se redujeron, lo que favoreció la recuperación de la siembra, la cosecha y el empaquetamiento de estas frutas.
Con esta mejoría registrada desde julio, Raymundo prevé que este año la producción y la exportación se mantendrán en los mismos niveles del año pasado o incluso podrían crecer levemente, puesto que la demanda internacional en promedio es la misma y en algunos destinos incluso es mayor.
En el 2019, las exportaciones de banano cerraron con su mayor caída en al menos una década, al haberse reducido 5% en volumen y 9% en valor, con respecto al año anterior.
Prevenir el Fusarium Raza 4 Tropical
Por otra parte, los productores recientemente recibieron la noticia de que el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) dispondrá de 20 nuevas variedades de germoplasma de banano orgánico producidas en Bélgica, que serían resistentes al hongo Fusarium Raza 4 Tropical. Con ellas se intentaría mejorar y proteger los cultivos en las 170,000 hectáreas de banano orgánico y plátano común existentes en el país.
Para fortalecer su programa de investigación en banano, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) utilizará dicho material genético de alta resistencia al hongo que causa la marchitez y muerte de estas plantas, según informó el Minagri.
Al respecto, el dirigente del gremio señaló que todavía deben hacerse las pruebas para determinar si esta iniciativa será aceptada por los productores. De acuerdo con sus estimaciones, dichas pruebas tardarán por lo menos dos años en ofrecer resultados contundentes.
El éxito de la propuesta dependerá, por un lado, de que las nuevas semillas ofrezcan por lo menos los mismos niveles de productividad de los bananos orgánicos que hoy se cultivan. Pero esto no bastaría, también se debe determinar si el sabor y la textura de los nuevos productos serán aceptados por los mercados de destino.
Por último, destaca Raymundo, aún debe demostrarse la resistencia de los nuevos cultivos a la plaga que está presente en Colombia desde el año pasado.
“Hemos asistido a foros donde se dice que no hay ninguna variedad realmente resistente al Fusarium Raza 4. Según se señala, las que figuran en la literatura como resistentes o no son productivas comercialmente o no tienen el mismo sabor y textura de un banano normal. Esto las descartaría como alternativa. Por eso, todavía necesitamos ver cómo estas variedades se comportan en las condiciones locales”, añadió el gerente de APOQ.
En el Perú, 11,000 pequeños productores (con una hectárea cada uno, en promedio) cultivan banano orgánico en los departamentos de Tumbes, Lambayeque (Olmos) y La Libertad (Chepén). Cada año cosechan unas 200,000 toneladas de banano destinadas a la exportación, cuyo valor gira alrededor de los US$ 145 millones.