El coronavirus “tiene consecuencias” sobre el acuerdo comercial preliminar concluido a comienzos de este año entre China y Estados Unidos, admitió un consejero del gobierno chino, en un contexto de fuertes tensiones con Washington.
Las dos primeras potencias mundiales firmaron en enero una tregua en su guerra comercial, que desde el 2018 se ha traducido en la imposición recíproca de aranceles aduaneros sobre bienes por centenares de miles de millones de dólares en el comercio bilateral.
En el acuerdo preliminar, China se comprometió en particular a comprar productos estadounidenses por un monto de US$ 200,000 millones suplementarios para el 2022, con el objetivo de reducir el desequilibrio comercial, la bestia negra del presidente Donald Trump.
Pero la pandemia, que paraliza a la economía mundial y ha provocado un colapso comercial, plantea dudas sobre la capacidad de Pekín para cumplir sus compromisos.
“Objetivamente, la epidemia tiene consecuencias sobre la puesta en marcha de este acuerdo”, reconoció Zhu Guangyao, asesor del gobierno chino.
"Pero incluso en estas circunstancias, China ha subrayado que ambos (países) deben trabajar juntos", añadió Zhu, quien también fue viceministro de Finanzas.
No obstante, el consejero admitió que las relaciones entre su país y Estados Unidos son “muy insatisfactorias, puesto que los canales de comunicación están bloqueados”.
En los últimos meses han intercambiado acusaciones sobre el origen del coronavirus. Washington cree que podría haberse filtrado desde un laboratorio de virología en Wuhan (centro), en tanto Pekín señaló que podría haber sido llevado por soldados estadounidenses, que participaron en un evento deportivo allí.
A pesar de la pandemia, Trump excluyó en mayo renegociar este acuerdo preliminar, y exige a Pekín cumplir con sus compromisos, so pena de introducir nuevos aranceles aduaneros e, inclusive, “cortar relaciones”.