Las cifras de oferta y demanda de crudo previstas por la OPEP hasta el 2019 no muestran un desequilibrio, pese a que el grupo reconoce que el actual encarecimiento de los precios tiene que ver, en otros factores, con la preocupación sobre una escasez del suministro.
"Los precios del petróleo han estado respaldados por una relativamente saludable demanda global de petróleo y por las crecientes preocupaciones sobre una escasez mundial de petróleo", indica la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su reporte.
Los expertos de la OPEP se refieren también a las "tensiones geo-políticas" al hablar de ese aumento de los precios.
Aunque en el informe no se menciona expresamente, los analistas coinciden en que el reciente aumento de los precios del crudo hasta sus máximos de los últimos cuatro años se deben al temor de que la sanciones que Estados Unidos aplicará al crudo iraní a partir de noviembre provoquen una escasez de crudo.
De hecho, en el informe se indica que la producción de Irán (socio fundador de la OPEP) el pasado setiembre, según fuentes secundarias, bajó 4.47%, hasta 3.4 millones de barriles diarios (mb/d).
Ese nivel de producción es 10% menor que la media del 2017 y se acerca al ritmo de bombeo del 2016, cuando las extracciones iraníes subieron enormemente al liberarse el país de las sanciones internacionales en vigor durante años.
Con todo, aunque también Venezuela y Argelia experimentaron en septiembre caídas de la producción, el conjunto de quince socios de la OPEP subió el pasado mes, principalmente por el aumento de las extracciones de Arabia Saudí, que tienen la capacidad técnica de elevar rápidamente los bombeos.
En concreto, la producción petrolera de Venezuela volvió a caer en setiembre en 3.3% (42,000 barriles diarios) y se situó en 1.197 millones de barriles diarios (mb/d).
El bombeo de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) prolongó así su caída hasta un nivel que es casi 45% menor al del promedio del 2016 (2.15 mb/d).
Fuera del grupo con sede en Viena, Estados Unidos también siguió elevando su producción que, según datos de la OPEP, será el próximo año de 1.38 mb/d o un 8.5% superior a la del 2018, principalmente por el continuo crecimiento de las explotaciones de petróleo de esquisto.
Así, la OPEP prevé que en el 2019 la oferta total de todos sus competidores, más otros crudos no convencionales, crecerá hasta los 68.36 mbd.
"La previsión del suministro de los No-OPEP para el 2019 está sometida a muchas incertidumbres, aunque una potencial subida (del bombeo) aparece mayor que el riesgo de una bajada", confía la OPEP en su reporte.
Teniendo en cuenta que la demanda mundial subirá 1.38%, hasta 100.15 mb/d, la OPEP debería ser capaz de suministrar al menos 31.79 mb/d para equilibrar consumo y oferta, una cifra que el grupo petrolero supera actualmente en casi 1 millón de barriles diarios.
La OPEP estima que el petróleo almacenado por los países más industrializados, y que más consumen, subió el pasado agosto en 14.2 mb/d respecto al mes anterior.
Esos inventarios han ido decreciendo desde que la OPEP y varios de sus competidores, entre ellos Rusia, pactaron a finales del 2016 un recorte del bombeo para reducir el exceso de crudo que en aquel momento empujaba los precios a la baja.
Así, el pasado agosto esas reservas estaban en 2,841 millones de barriles, suficientes para cubrir la demanda de los países industrializados durante 59 días.
En un análisis más detallado de la demanda para el año que viene, la OPEP revisa a la baja el consumo en los países industrializados, especialmente en la región de Asia-Pacífico y Europa, que quemará sólo un 0.18 % más crudo que en el 2018.
Latinoamérica consumirá 1.18% más crudo que este año debido al efecto negativo de un debilitamiento económico en la región.
Por contra, China y la India siguen siendo los países que más peso tienen en el crecimiento de la demanda de crudo, con subidas de 4.36 y de 2.79 % respectivamente.
Esos dos países juntos quemarán juntos en el 2019 el 18% de todo el consumo mundial de petróleo.