Redacción Gestión

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Reuters.- Una salida de de la zona euro podría exponer al Banco Central Europeo(BCE) y al bloque de la moneda única a cientos de miles de millones de euros en pérdidas, dejando a Alemania y a sus socios con una cuenta astronómica que pagar.

Una salida de Grecia llevaría a Europa a nadar en aguas legales desconocidas. El tamaño de la que otros estados de la zona del euro podrían tener que enfrentar en ese caso les da un incentivo poderoso para mantener a Grecia dentro del club.

Luego de que la mayoría de los acreedores privados griegos debieran asumir fuertes pérdidas en el marco del segundo rescate que recibió el país, se estima que el BCE, el Fondo Monetario Internacional y los países de la zona euro tienen cerca de 200 mil millones de dólares de su deuda.

"En el caso de una salida, ellos (Grecia) caerán en default. Y la pérdida probablemente va a ser muy alta, lo suficiente para eliminar el capital del BCE", dijo Andrew Bosomworth, gerente de cartera del gestor de activos Pimco.

"Se podría necesitar que haya una recapitalización por parte de los gobiernos, que no están exactamente en la mejor posición para proporcionar capital adicional", agregó.

Esas no son las únicas pérdidas que el BCE y sus accionistas nacionales podrían enfrentar.

Incluso una vez que Grecia haya eventualmente dejado el club de la moneda única, los costos para el resto de la zona euro seguirían aumentando, ya que probablemente los países se vean obligados a evitar un completo colapso griego y un contagio generalizado.

"Una gran intervención del BCE sería necesaria para estabilizar el sistema, junto con la intervención de Alemania, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), de su predecesor, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), y del FMI, lo que podría costar cientos de miles de millones de euros", dijo Georgios Tsapouris, estratega de inversión de Coutts.

El BCE, que tiene su propio capital desembolsado de 6.400 millones de euros, es esencialmente una empresa conjunta entre los 17 bancos centrales de la zona euro. En conjunto, el Eurosistema de bancos centrales de la zona euro tienecapital y reservas por 86 mil millones de euros.

Los bancos centrales nacionales se repartirían las pérdidas entre ellos de acuerdo con la "clave del capital" – una medida del BCE sobre las participaciones de los países en su financiación en función de su tamaño económico y demográfico.

Alemania se llevaría la mayor pérdida, alrededor del 27% del total, y Francia también cargaría con una parte importante.

Una salida de Grecia de la zona euro podría costarle al contribuyente francés hasta 66.4 mil millones de euros y cargar al sistema bancario del país con 20 mil millones de euros en préstamos perdidos, según un estudio publicado el martes por la Escuela de Administración IESEG.

Los países más pequeños con bancos centrales nacionales menos robustos que el Bundesbank alemán probablemente serían aún más afectados en términos relativos.

"El BCE y algunos de los bancos centrales nacionales con poco capital para absorber pérdidas y pocas reservas en relación con su cuota (…) posiblemente verían su capital y la revaluación de sus reservas desaparecer", dijo Bosomworth.

Sin embargo, ante la posibilidad de que en las nuevas elecciones griegas gane un partido de izquierda contrario al plan de rescate, algunos dentro de los pasillos de la UE se preguntan si valen la pena todos los esfuerzos para mantener a Grecia dentro del euro.

"Va a doler, por supuesto, Pero va a ser mortal?", se preguntó un diplomático de la UE. "Tenemos dos opciones malas, pero una es peor que la otra", sostuvo.

TRIPLE GOLPE

El BCE y los bancos centrales nacionales están expuestos a Grecia en tres formas principales: a través de bonos soberanos griegos que el BCE posee, através de garantías griegas que poseen a cambio de préstamos del BCE y a través de los pasivos griegos en las transacciones del sistema de pagos de la zonaeuro conocido como TARGET2.

El BCE ha gastado unos 38 mil millones de euros en deuda del Gobierno griego con un valor nominal de alrededor de 50 mil millones de euros.

En un escenario descripto en el semanario alemán Der Spiegel, el fondo FEEF de rescate de la zona euro podría ser utilizado en caso de un impago griegopara seguir financiando las obligaciones de la deuda de Grecia con el BCE.

Sin embargo, esto consumiría en los recursos del programa, erosionando su capacidad para ayudar a otros estados de la zona euro que podrían necesitar ser protegidos si una salida griega provocara un contagio.

Un escenario alternativo podría ver a los bancos centrales nacionales recurrir a sus gobiernos para recapitalizar el Banco Central Europeo. Pero ir a pedir dinero a los políticos, además en momentos de escasez de recursos, corre el riesgo de socavar la independencia del BCE.

Los préstamos del BCE a los bancos griegos son otra manera en que el banco central está expuesto, pero en este caso, aunque el BCE lleva a cabo estas operaciones de crédito a mediano y largo plazo (conocidas como MRO y LTRO), los fondos se distribuyen a través de los bancos centrales nacionales y se computan en sus propios balances.

Un comunicado del Banco de Grecia publicado en su sitio web señalaba que al 31 de enero que había prestado unos 15 mil millones de euros en operaciones MRO y 58 mil millones de euros en LTRO, sumando un total de 73 mil millones de dólares.

El economista Christian Schulz del banco Berenberg dijo que en el caso de una salida griega, estos préstamos y la mayoría de las garantías se pueden convertir en una moneda griega nueva.

"El BCE/ Eurosistema no tendría ya que asumir el riesgo", explicó, señalando que el Banco de Grecia, en cambio se quedaría con los préstamos y las garantías – probablemente devaluadas.

RIESGO

Cualquier dinero que los bancos griegos hayan tomado usando las operaciones de préstamo del BCE y que posteriormente haya salido de Grecia podría suponer un problema. Este dinero se sumaría a los pasivos del Banco de Grecia en elmarco del sistema TARGET2 de pagos.

El Banco de Grecia y otros países de la periferia de la zona euro han acumulado pasivos dentro del sistema de la zona euro de pagos transfronterizos TARGET2, debido a una salida neta de pagos a otros países del bloque, una tendencia exacerbada por la crisis de la deuda.

El banco central griego dijo que hasta enero tenía pasivos en el TARGET2 por 107 mil millones de euros, una suma que probablemente se ha mantenido alrededor de ese nivel desde entonces y lo que representa un problema de gran potencial para los bancos centrales de la zona euro.

"TARGET2 es el mayor riesgo si realmente asumen esa pérdida", dijo Schulz, quien agregó que un Banco de Grecia colapsado dejaría al resto de los bancos centrales de la zona euro con una pérdida.

Más allá de las implicaciones contables, está el impacto sistémico que una salida del euro por parte de Grecia tendría en el sistema bancario del bloque. Los ahorristas de otros países de la periferia seguramente sacarían su dinero de los bancos.

"Si ven que los ahorros de los griegos en euros se convierten de la noche a la mañana en dracmas, lo que significaría una depreciación de un 50% a 70%, entonces sería una estrategia de cobertura bastante simple que tomen algunos de sus ahorros y los pongan en Luxemburgo, o en libras esterlinas o francos suizos", dijo Bosomworth.

En última instancia, Grecia decidirá si sale de la zona euro, pero el BCE puede tratar de evitar tal escenario.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo el miércoles que "nuestra preferencia es que Grecia continúe dentro de la zona del euro".

"Lo que pueden hacer es tratar de evitar el contagio donde tienen un papel muy importante y es probable que también traten de convencer a los participantes en todos los lados para mantener a Grecia en la zona del euro", dijo Juergen Michels, economista de Citigroup. (Reporte adicional de Sinead Cruise, escrito por Paul Carrel, editado por Mike Peacock y JanetMcBride)