FOTO 7 | Antamina. Antamina es una mina de cobre ubicada a 170 millas al norte de la capital de Perú, Lima. Es una empresa conjunta de BHP Billiton (33.75%), Teck (22.5%), Glencore PLC (33.75%) y Mitsubishi Corp. (10%), según el ICSG. Produce 450,000 toneladas y además del metal rojo, es una fuente de producción de plata, bismuto, molibdeno y plomo. Con más de 15 años de operaciones, fue una de las mayores inversiones mineras en la historia de la minería peruana. (Foto: Energiminas)
FOTO 7 | Antamina. Antamina es una mina de cobre ubicada a 170 millas al norte de la capital de Perú, Lima. Es una empresa conjunta de BHP Billiton (33.75%), Teck (22.5%), Glencore PLC (33.75%) y Mitsubishi Corp. (10%), según el ICSG. Produce 450,000 toneladas y además del metal rojo, es una fuente de producción de plata, bismuto, molibdeno y plomo. Con más de 15 años de operaciones, fue una de las mayores inversiones mineras en la historia de la minería peruana. (Foto: Energiminas)

La demanda del se duplicará en los próximos 20 años y forzará un replanteamiento por parte de las mineras sobre su ritmo y método de extracción del preciado metal rojo, dijo un experto del sector en una conferencia en Australia.

Durante la conferencia internacional Copper To The World en Adelaide, el CEO de la International Copper Association Australia, John Fennell, dijo a los asistentes que los desafíos de la demanda convergente y la técnica de minería impulsaban una visión emergente de cómo se podrían explotar los yacimientos cupríferos en el futuro.

"Estamos hablando de minas automatizadas de al menos dos kilómetros de profundidad, centros de control urbanos de alta tecnología, ejércitos de sensores, máquinas robotizadas y todo con energía limpia", anotó Fennell.

"Es potencialmente una visión realista de cómo se tendrá que comercializar el cobre en el futuro", agregó. “La mayoría de las minas operativas más grandes del mundo tienen más de 75 años. Además, los niveles de mineral siguen bajando, pero la demanda continúa aumentando”.

Fennell estimó que la demanda del cobre será de 26 millones de toneladas al año para el 2040, el doble de lo que es hoy en día. "Eso significa que las mineras necesitarán obtener más de menos, o recurrir a una búsqueda mucho más profunda de lo que nunca han hecho antes y en áreas más peligrosas y de difícil acceso".

Fennell dijo que tecnologías como la inteligencia artificial, Big Data, la realidad virtual o aumentada, software inteligente, maquinaria robótica y vastos ejércitos de sensores avanzados serían esenciales para producir cobre más seguro y más ecológico con un impacto mínimo en las personas y el medio ambiente.

"Sacar y subir el cobre desde uno o dos kilómetros bajo tierra habría sido otrora ciencia ficción ", dijo Fennell. "Pero ahora es posible operar una mina completamente automatizada con máquinas inteligentes y transporte desde un centro urbano".

Para el ejecutivo, procesar todo el mineral bajo tierra también es algo más cercano usando nuevos métodos de refinación catalítica y clasificación automatizada, con sistemas de energía limpia que llevan el mineral a la superficie para un transporte inteligente.

"Las minas de cobre del futuro dependerán de terabytes de datos transmitidos desde los sensores respaldados por Internet de las Cosas para administrar, monitorear y producir el mineral", subrayó Fennell.

“La fuerza laboral de la mina también cambiará de prácticas más masculinas y de subida y bajada hacia un personal urbano más diverso que esté más en sintonía con la tecnología. El Foro Económico Mundial ya ha pronosticado que la digitalización mejorará la salud y la seguridad en las minas, salvando aproximadamente 1,000 vidas y evitando más de 44,000 lesiones durante diez años", resaltó.

Sin embargo, el especialista advirtió a los delegados presentes en el foro Copper to the World que la implementación de la tecnología de extracción de cobre no había sido tan rápida o extendida como se había pronosticado en un comienzo.

“Ha habido algunas grandes victorias en el transporte inteligente, los sistemas de software automatizados y la energía limpia, especialmente por parte de los grandes mineras con grandes recursos. Sin embargo, debemos asegurarnos de que la tecnología sea identificada, probada e implementada lo más ampliamente posible", concluyó.

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