Redacción Gestión

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La industria del ha madurado en los últimos años y las cifras que giran en torno a ella así lo demuestran. , por citar un ejemplo, la desarrolladora Mojang AB, la empresa responsable del videojuego Minecraft, por un monto que bordea los US$ 2 mil millones, de acuerdo a Bloomberg.

Otro caso que nos aclara el panorama es el de Destiny. El videojuego ha sido considerado como el más caro de la historia; al punto de que para lanzarlo se requirió una inversión de US$ 500 millones, la misma que se recuperó en 24 horas al registrar ese mismo monto en ventas.

Así la industria mundial del videojuego movió al 2013 más de US$ 66 mil millones, de acuerdo a un informe de DFC Intelligence difundido por Reuters. El monto, que incluye juegos para dispositivos móviles, es 5% más alta que la registrada en 2012. De cara al 2017, el mercado debería registrar ingresos por unos US$ 78 mil millones.

Sin duda, todo un botín para los fabricantes de consolas y los desarrolladores de juegos. Según una reciente publicación del diario El Mercurio de Chile, los ingresos que representan las plataformas online involucran un avance de 20%. De hecho, ese fue el ítem que más subió al llegar a los US$ 24 mil millones.

De ese último monto, US$ 17 mil provienen de los juegos multi-jugador en línea a través de consolas; se espera que esa cifra sea la que más crezca en los siguientes años.

Para la consultora SuperData, el negocio de los juegos en línea superará este año los US$ 21 mil millones y, de cara al 2016, los US$ 28 mil millones.

De otro lado, según información de la Oficina del Software de Entretenimiento de Estados Unidos, el 60% de los aficionados a los videojuegos son hombres de 34 años en promedio, los cuales tienen alrededor de 12 años de experiencia.

La mayoría de estos 'gamer' destinan sus recursos a la compra de consolas. Este último dato podría explicar que los ingresos por software cayeran 10% el año anterior con respecto al 2012. De esa manera, las ventas cerraron en US$ 20 mil millones en materia de software, el único ítem en mostrar un descenso.