La fortaleza del dólar aún no alcanza su punto máximo, según la mayoría de los estrategas cambiarios encuestados por Reuters, quienes sin embargo estaban divididos sobre cuándo terminaría el avance de la moneda.
El dólar cayó desde el máximo de una década a mediados de julio, pero se recuperó rápidamente cuando tres autoridades de la Reserva Federal (Fed) dejaron en claro que el banco central estaba “completamente unido” para aumentar las tasas a un nivel que haría mella en la inflación más alta desde la década de 1980 en Estados Unidos.
Dado que se espera que la Fed siga por delante de sus pares en el ciclo de endurecimiento monetario en alguna medida, y que se estima que la economía global se desacelere significativamente, es difícil forjar un camino para que el dólar se debilite con fuerza o para que la mayoría de las otras monedas se recuperen.
En la encuesta del 1 al 3 de agosto, una gran mayoría de más del 70% de los estrategas, o 40 de 56, que respondieron una pregunta adicional dijeron que la fortaleza del dólar aún no ha alcanzado su punto máximo.
Cuando se les preguntó cuándo alcanzaría ese nivel, 14 dijeron que, dentro de tres meses, 19 dijeron que, dentro de seis meses, otros seis dijeron que dentro de un año y uno que dentro de dos años. Sólo 16 afirmaron que ya lo había hecho.
“Para que el dólar se debilite, la Fed tiene que estar más preocupada por el crecimiento que por la inflación, y todavía no estamos ahí”, afirmó Michalis Rousakis, estratega de divisas del G10 en Bank of America Securities.
El dólar, con un alza de alrededor de 11% en el 2022, podría ceder algunas de sus ganancias en los próximos 12 meses. Sin embargo, se pronosticó que pocas de las principales monedas se recuperarían de todas sus pérdidas del año a la fecha durante ese período.
“A muy largo plazo, digamos dentro de dos, tres o cuatro años, el dólar probablemente estará considerablemente más débil. Sin embargo, en el plazo de 12 meses estamos viendo movimientos relativamente pequeños”, dijo Brian Rose, economista senior de UBS Global Wealth Management.
Perspectiva de deterioro
El euro tocó la paridad con el dólar el mes pasado, alcanzando un mínimo de casi dos décadas, y ha perdido más de 10% en lo que va del año. Se pronosticó que ganaría más de 6% desde los niveles actuales para julio próximo y se esperaba que cotizara alrededor de US$ 1.02, US$ 1.05 y US$ 1.08 en los próximos tres, seis y 12 meses, respectivamente.
Esas medianas de los pronósticos, las más bajas en una encuesta de Reuters de tipo de cambio desde el 2017, mostraron una perspectiva de deterioro para la moneda común.
Si bien solo un puñado de analistas esperaba que el euro cotizara a la paridad o por debajo de la paridad frente al dólar durante el horizonte de pronóstico en una encuesta de julio, alrededor de un tercio de los más de 60 estrategas ahora pronostican que volverá a alcanzar esos niveles en los próximos tres meses.
“A corto plazo, esperamos que el dólar mantenga su fortaleza, especialmente frente al euro. Así que creemos que existe la posibilidad de que el euro caiga por debajo de la paridad”, dijo Rose.
Pese a su reciente repunte ante la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, el yen japonés, considerado un refugio, ha bajado un 14% en términos interanuales, lo que lo convierte en el mayor perdedor entre sus principales competidores.
Se esperaba que la divisa de ‘carry trade’ se recuperara en algo de las pérdidas y ganara alrededor de 5% para cotizar alrededor de 127 por dólar en un año.
“Creo que la pregunta más relevante con respecto al dólar es si vas vender el dólar, qué más compras... no vas a comprar montones de yenes en relación con el dólar estadounidense cuando estamos obteniendo un rendimiento mucho mayor en dólares”, dijo Jane Foley, jefa de estrategia cambiaria de Rabobank.
Es probable que la ventaja de rendimiento que conllevan los activos en dólares también perjudique a las monedas de los mercados emergentes, sin ofrecer un respiro a un grupo ya maltratado.