Redacción Gestión

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Reuters.- Las le han costado a los bancos centrales de casi 14,000 millones de dólares en los últimos dos años y medio, pero mantendrían su defensas si una nueva ola de dinero barato vuelve a generar nuevas guerras cambiarias.

Los ministros de Hacienda de Latinoamérica, reunidos el viernes último en Chile, dijeron que el relajamiento monetario en los países desarrollados podría perjudicar la .

Datos de bancos centrales revelan que , , y han comprado cada uno 135,000 millones de dólares para poder mantener un control sobre sus monedas desde mediados del 2010, poco antes de que la Reserva Federal (Fed) estadounidense anunciase un estímulo monetario conocido como QE2.

Perú adquirió la cifra récord de 13,000 millones de dólares en lo que va del 2012 y también limitó la capacidad de los bancos de realizar apuestas grandes en el mercado cambiario, al aplicar normas más rígidas para los futuros.

Y ahora avisó de otra nueva ronda de alivio monetario y el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, dijo que la decisión del miércoles de aumentar más las compras de activos en Estados Unidos es "fuente de preocupación" para todos los mercados emergentes con una crecimiento sano y un tipo de cambio flotante.

Tasas de interés bajas en las economías desarrolladas alientan a los inversores a buscar retornos más altos en mercados emergentes que crecen con más fuerza, como América Latina, pero los mayores ingresos de capitales son una presión alcista no deseada sobre las monedas, lo que encarece las exportaciones.

Costo de oportunidadAnalistas opinan que la , Chile y Colombia sumado a presupuestos saludables dan a los bancos centrales margen para seguir comprando dólares, lo que aumenta sus ya grandes reservas.

Hasta ahora, la mayor parte de las compras de dólares han sido compensadas con operaciones de mercado, como la emisión de bonos, para drenar o neutralizar el exceso de liquidez.

Pero esas operaciones tienen un alto costo debido a la diferencia entre los bajos rendimientos de la deuda de Estados Unidos y las más altas tasas de interés locales.

Según estimaciones de Thomson Reuters, el costo de oportunidad de las compras de divisas entre mediados del 2010 y noviembre del 2012 bordea los 13,900 millones de dólares, más de 11,000 millones de dólares sólo en Brasil, sin considerar las fluctuaciones de la moneda.

El costo de Brasil refleja sus tasas de interés de referencia, que estaban en 12.5% a mediados del 2011 antes de un agresivo ciclo de rebajas las dejara en un mínimo histórico de un 7.25%, mientras que los tipos oficiales de Estados Unidos estaban y están cerca de un 0%.

La intervención le ha costado a Chile, Perú y Colombia entre 500 millones y 1,000 millones de dólares a cada uno, según estimaciones sobre la base de cifras de los bancos centrales sobre retornos de sus activos en reservas.