La Superintendencia de Mercado de Valores (SMV) aprobó el Reglamento de la Actividad de Financiamiento Participativo Financiero y sus Sociedades Administradoras, también conocido como crowdfunding. Se trata de plataformas digitales que conectan a inversionistas con personas que necesitan financiamiento.
La norma regula principalmente los requerimientos de capital y patrimonio, los requisitos para obtener una licencia o autorización para operar como sociedad administradora de una plataforma de crowdfunding, y los servicios que obligatoriamente hay que brindar a los inversionistas.
El año pasado se aprobó el DU 013-2020, que le da la competencia de supervisión de esta actividad a la SMV, con un marco muy general. “El regulador reconoció que (el crowdfunding) es un modelo de negocio muy nuevo y que no conoce. El riesgo de regular a detalle a nivel de ley es muy alto porque si hay un error o algo que modificar, hay que ir al Congreso, lo cual es muy complicado. Eso se dejó para un desarrollo reglamentario”, explica Álvaro Castro, socio de Sumara Hub Legal.
¿Qué permite la norma?
Castro señala que la normativa permite que el ecosistema fintech crezca, pues le da a los inversionistas alternativas de inversión más rentables que el sistema bancario tradicional y con tickets más bajos que, por ejemplo, invertir en bolsa.
En México se estableció hace dos años un marco normativo claro respecto al crowdfunding, lo que generó predictibilidad y, por lo tanto, la participación de más empresas. “México ha sido un caso de éxito en cuanto al número de jugadores que ha entrado al ecosistema de crowdfunding. Creo que eso mismo va a pasar en el Perú”, asegura Castro.
El especialista considera, además, que la norma potenciará una mayor cultura de inversión en el Perú bajo un esquema supervisado. “El crowdfunding es digital y está al alcance de todos, a un click de distancia”.
“Estamos hablando de una alternativa de fondeo muy interesante a personas, empresas y start ups en un contexto en el que los bancos están siendo más conservadores al momento de decidir a quién le prestan. Entonces, el crowdfunding es una alternativa interesante para conectar a inversionistas con gente o empresas que necesiten financiamiento o inversión”, explica Castro.
Esta es la primera normativa expresamente fintech en el Perú. Castro considera que esta regulación es un primer paso para avanzar en materia de innovación con base tecnológica en el país. Se espera, por ejemplo, que la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) saque pronto su propio sandbox regulatorio, es decir, un ambiente supervisado para que las empresas puedan testar productos innovadores bajo la supervisión de la SBS, sin necesidad de tener una licencia.