Redacción Gestión

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Nueva York/Londres (Reuters).- El cobre cayó por debajo de los 8,000 dólares la tonelada, ante las preocupaciones acerca de la demanda de China y los renovados temores sobre la economía de la zona euro, aunque un buen dato en Estados Unidos limitó las pérdidas.

El cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) terminó en , una baja de 410 dólares frente al cierre del viernes, pero recuperándose ligeramente del mínimo de tres meses de 7,885.25 dólares que alcanzó en la sesión.

En Nueva York, el contrato para mayo cerró en 3.6280 dólares por libra, tras operar desde su menor nivel en tres meses de 3.5690 hasta 3.6345 dólares en la jornada.

El cobre cayó de la mano con otros activos de riesgo por la creciente preocupación sobre el déficit presupuestario de España que envió al récord los precios de los bonos públicos alemanes, un refugio seguro para las inversiones, e hizo subir por encima del 6% a los rendimientos de los títulos españoles a 10 años, por primera vez en el 2012.

Pero las pérdidas fueron limitadas por un dato que mostró que las ventas minoristas en Estados Unidos crecieron más de lo esperado en marzo, ya que los consumidores ignoraron los altos precios de la gasolina y salieron a comprar un amplio rango de productos, sugiriendo que el crecimiento económico en el primer trimestre no fue tan flojo como se temía.

"Ahora tenemos más evidencia de que la economía estadounidense está haciéndolo bien, pero la gente está más preocupada por los problemas en la zona euro y China", dijo Andrey Kryuchenkov, analista de VTB Capital.

Los temores por la perspectiva de la demanda desde China limitaban las ganancias del metal, que cayó un 2.8% el viernes tras un dato que mostró que la economía del gigante asiático creció a su ritmo más lento en casi tres años y medio en el primer trimestre del 2012.

"Tenemos los temores sobre la desaceleración de China y ahora la escalada de los rendimientos de España, y esto ha puesto presión sobre el euro, lo que está pesando sobre la confianza", dijo Robin Bhar, analista de Societe Generale.