Rara vez en los últimos cincuenta años han sido las cartas tan favorables para la bolsa estadounidense.
El colapso de la volatilidad y la caída del rendimiento de los bonos a mediados de año se han conjugado para que los inversores logren el tercer mejor rendimiento ajustado al riesgo en la bolsa de Estados Unidos en 50 años, de acuerdo con los cálculos de índice de Sharpe de Bloomberg. La lectura mide el rendimiento de las acciones en relación con los bonos del Tesoro y la volatilidad.
Las acciones estadounidenses han alcanzado nuevos máximos este año, ya que el mercado alcista que comenzó en marzo de 2009 podría convertirse en el más largo del que se tienen datos. Los rendimientos de los bonos del Tesoro están despidiendo el año con un cambio y la volatilidad de las acciones ronda los mínimos históricos.
El entusiasmo de los inversores por las acciones del sector tecnológico y el optimismo por las posibles ventajas de la reforma tributaria de Estados Unidos han ayudado a impulsar los rendimientos.
Las empresas están disfrutando de una coyuntura ideal para generar ganancias con un fuerte poder de fijación de precios y flujos de caja crecientes, escribieron estrategas de Jefferies Group LLC en un comentario reciente a los clientes.
No obstante, el telón de fondo de los mercados de renta variable ha sido único y es posible que no se repita en 2018, dijeron.
"Es improbable que se repita la alta relación de Sharpe dado que las tasas reales probablemente subirán en 2018", escribieron los estrategas, entre los que figuran Sean Darby. "Los rendimientos de acciones deberían ser positivos, pero vemos una relación de Sharpe más baja en 2018".