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La economía de la eurozona está viendo señales iniciales de condiciones financieras tensas, dijo Philip Lane, economista en jefe del Banco Central Europeo, en comentarios solo dos semanas antes de que formuladores de política se reúnan para restablecer su estímulo monetario.
“Hay algunas señales preocupantes en los datos de encuestas recientes”, dijo en un discurso en línea el jueves, citando indicadores sobre créditos, inversiones y acceso a financiamiento para pequeñas y medianas empresas. “Volveremos a calibrar nuestros instrumentos, según corresponda, para responder a la situación actual y asegurar que las condiciones de financiamiento sigan siendo favorables para apoyar la recuperación económica”.
El próximo Consejo de Gobierno establecerá la política el 10 de diciembre y se espera que aumente y extienda su programa de compra de activos pandémicos de 1.35 billones de euros (US$ 1.6 billones) y ofrezca más financiamiento a largo plazo a los bancos.
En paralelo al discurso de Lane, el BCE publicó el recuento de su última reunión sobre políticas el 28 y 29 de octubre, el cual mostró que los funcionarios estaban a favor de tomar acción.
“Los miembros coincidieron ampliamente en que, dada la desaceleración más brusca en el impulso del crecimiento y el debilitamiento de la dinámica de la inflación subyacente en comparación con lo que se había esperado anteriormente, así como el deterioro en el equilibrio de los riesgos, estaría justificado recalibrar los instrumentos de política monetaria en diciembre”, según el relato.
Desde la actualización de octubre, los nuevos cierres por coronavirus han afectado la economía de la eurozona, que probablemente se contraerá en el cuarto trimestre. Lane dijo que el BCE tiene la intención de mantener los costos de endeudamiento durante la pandemia y en la fase de recuperación después de que termine la crisis inmediata.
Preocupaciones crediticias
Según el relato, Lane ya expresó su preocupación frente a encuestas sobre créditos durante la reunión de octubre, pero los funcionarios decidieron esperar a que se resolvieran las incertidumbres, incluidas las elecciones estadounidenses, el Brexit y los planes de presupuesto nacional antes de planificar su próximo paso.
Algunos de sus colegas también cuestionaron la gravedad de cualquier ajuste financiero percibido hasta entonces.
Algunos miembros del Consejo de Gobierno se mostraron escépticos sobre la efectividad de más compras de bonos, lo que se suma a las indicaciones de que el BCE también considerará aumentar su facilidad crediticia a largo plazo para los bancos.
“Si bien los instrumentos de política monetaria existentes se consideraron efectivos, se plantearon preguntas sobre posibles no linealidades, efectos secundarios y ‘rendimientos decrecientes’ en un entorno de alta incertidumbre y condiciones financieras muy favorables”, dice el recuento.
Dado que los mercados se han estabilizado desde marzo, “se señaló que las compras de activos adicionales podrían no tener el mismo impacto en las condiciones financieras y la actividad económica real que tuvieron a principios de año”.