Auspiciado por Salog
El desabastecimiento de medicamentos en el Perú es una problemática que involucra tanto a las instituciones públicas de salud como a las del sector privado. Tomando en cuenta que 4.5 millones de personas no están aseguradas, según el Ministerio de Salud (Minsa), y que el 30% del financiamiento de salud es a través del gasto del bolsillo del ciudadano, facilitar el acceso a los medicamentos en nuestro país es aún un reto pendiente.
En alianza con Salog, Gestión convocó a una mesa redonda para discutir los alcances de las iniciativas públicas y privadas en materia de la situación de los medicamentos en el país, sus deseos de mejorar su calidad y la posibilidad de poder integrar redes conjuntas.
Trazabilidad
El problema de desabastecimiento incluye el cómo ingresan los medicamentos al país. Para Janice Seinfeld, directora ejecutiva de Videnza, el ingreso de estos se ven afectados por una alta regulación en papel a través de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid). Por ejemplo, la autorización de medicamentos de alta vigilancia puede demorar en algunos casos de 2 a 3 años.
Es así que Seinfeld propone superar estos formalismos para llegar a una regulación que tenga el foco en el paciente, implementando una trazabilidad al medicamento desde que entra hasta que se usa. “Lo primero que tenemos que tener como país es la trazabilidad del medicamento, desde que entra hasta que finalmente es recibido por el paciente”, opina.
Además, agrega que en Essalud ya se han visto mejoras importantes en el tema de trazabilidad, se ha hecho una gestión de la información donde queda registrada la receta del médico y qué recibe el paciente.
Para agilizar los procesos, Ángela Flores, directora ejecutiva de Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe), señala que existen oportunidades para evaluar las capacidades de las autoridades regulatorias y ver si se les da más autonomía. “Creo que para agilizar procesos hay que identificar estas barreras de acceso para poder simplificar ciertas normas. Ya ellos (Digemid) están pasando por el proceso de calidad regulatoria según las recomendaciones de la OCDE y esto es importante porque Essalud todavía le faltaba. Ahora tienen que cumplir ese reglamento y ser eficientes en esos registros”, comenta.
Por su parte, Blythe Muro Cruzado, gerente central de Abastecimientos de Bienes Estratégicos de Essalud, coincide en que el paciente debe estar en el centro y que su bienestar debe cerrar el ciclo de abastecimiento. Para su mejora, Muro apunta a que deben mejorarse las etapas de planeamiento, donde la gestión de la información tiene un punto clave.
“Se tiene que revertir la mirada de que el principal nivel de esfuerzo suele estar en la etapa de procedimiento de selección. Entonces, uno de los principales problemas que tratamos de atacar en una mejor programación”, explica.
Intercambiabilidad
“Se menciona muchas veces que el Perú tiene los precios más altos en medicamentos. Esto no es cierto. El Perú no tiene un problema de precios, tiene un problema de calidad donde estas son muy variables”, apunta Hernán Malpartida, director de Asuntos Corporativos de InRetail Pharma.
Para Malpartida, hay evidencias de estudios que prueban que el Perú tiene los precios de medicamentos más bajos de la región, en promedio de 30%.
Además, señala que los medicamentos genéricos en el Perú abundan, pero que, sin embargo, no se tiene certeza de una buena calidad de estos. “El Perú tiene una variabilidad de calidades muy grande. Entonces, cuando se habla de calidad, es bien subjetivo. Y esa subjetividad se tiene que erradicar poniendo en práctica la ley de variabilidad, que es básicamente que los productos más relevantes tengan que pasar por pruebas de bioequivalencia que demuestren que son igual de buenos a los originales”, explica Malpartida.
Asimismo, Janice Seinfeld (Videnza) coincide en que aún las personas no tienen la confianza para saber si el medicamento genérico es de una calidad adecuada. Por eso, sugiere que el Minsa debe empezar por un plan de implementación de la normativa de intercambiabilidad y que le dé mayor relevancia a los medicamentos más importantes por temas de salud pública o necesidades de pacientes. De manera tal que “el paciente puede saber que el precio es más barato, pero que la calidad está asegurada”.
Redes integradas
Para el sector privado, el tema de intercambiabilidad es una gran oportunidad para generar redes integradas para la gestión de medicamentos. Alfredo Sobrevilla, gerente general de la Asociación de EPS (APEPS), considera que uno de los grandes problemas del sector público de salud y sus distintas instituciones (desde el Minsa hasta sanidades de FF.AA.) es que cada uno tiene aparatos logísticos diferentes.
“En cuanto estos procesos puedan ser unificados, simplificados y que tengan un mayor alcance, ciertamente darán una oportunidad enorme para generar un mayor nivel de acceso de medicamentos, sobre el cual el propio sector privado pueda ver una mayor oportunidad de asociación”, sugiere Sobrevilla. Blythe Muro (Essalud) coincide en formar alianzas con el sector privado. “El proveedor, el privado, es un aliado estratégico para nosotros. Y desde ahí necesitamos formar vínculos de confianza”.
Hernán Malpartida, director de Asuntos Corporativos de InRetail Pharma
Continuidad a la alianza público-privada
Tenemos abundancia de estudios sobre la problemática, y creo que lo que toca es enfocarnos en las reformas. Hay que resaltar que Essalud tiene dos APP (asociaciones público-privadas) que están funcionando y dando buenos resultados. Una de sus labores es “Bata Gris” (servicios no asistenciales, como lavandería y alimentación), pero la APP también se ocupa del manejo de medicamentos y de la data, que le permite tener información de los pacientes que le lleva a ahorrar S/ 50 millones. Y creo que este es el camino que hay que seguir replicando. El Estado tiene que llegar a la conclusión de que prestar un servicio, de repente, no es su fuerte y debe dejar que otros lo presten. El Estado se debe encargar de dar marcos regulatorios y controles sólidos, pero que la prestación del servicio la puede dar otro. Pues al fin y al cabo, al paciente no le importa si es un público o si es un privado, le interesa que lo atiendan bien.
Janice Seinfeld, directora ejecutiva de Videnza
Fondo para medicinas de alto costo
En términos de la compra de medicamentos, coincido en que no es lo mismo comprar un medicamento para resolver una gripe que comprar uno para una enfermedad altamente costosa, como, por ejemplo, un tipo de cáncer. Debemos diferenciarlos. Por eso, mi propuesta es avanzar en tener un fondo para medicamentos de alto costo, donde se garantice que van a estar disponibles para toda la población. Porque estas medicinas son necesarias para enfermedades que ponen en riesgo a la población de manera instantánea, y que no se pueden afrontar financieramente si es que uno no está protegido. Países de la OCDE o de la región, como Uruguay y Chile, tienen este fondo para medicamentos de alto costo. Además, la selección de estos debe estar justificada con evaluaciones de tecnología sanitaria y estudios que prueben que van a dar una mayor calidad al paciente o que van a alargar su vida sustancialmente.
Blythe Muro, gerente central de Abastecimiento de Bienes Estratégicos de Essalud
En las posibilidades de mejora en nuestras instituciones, es importante utilizar tecnologías de la información para lograr la trazabilidad. En el caso de Essalud, estamos creando una unidad de inteligencia de la información donde se pueda ver la trazabilidad de toda la información, desde el servicio hospitalario hasta los medicamentos.
Hoy en día, tenemos un aplicativo, en su primera versión, donde podemos contar en línea con el abastecimiento o el stock en las tres principales redes de Lima, hospitales que concentran aproximadamente el 50% de la población beneficiaria. Creo que hoy en día las herramientas tienen que ser tecnológicas, pensadas en la integración y en gestionar la data. Por ejemplo, Essalud tiene 10 años de información del abastecimiento en lo que respecta a Lima. Hay que explotar esta información y volverla información medible que nos permita poder establecer indicadores y seguimiento.
Además, debe existir una alianza con el sector privado. Essalud es uno de los principales compradores de medicamentos a nivel nacional. En consecuencia, este es un elemento esencial de partida para obtener mejoras.
Alfredo Sobrevilla, gerente general de APEPS
Equipo multidisciplinario en la gestión
Es importante el tema de separación de funciones, donde todos los elementos, como financiamiento, prestación de servicios y operación, tienen que estar claramente reconocidos. En cuanto a la formación, será necesaria una reconfiguración profesional de los químicos farmecéuticos, que son los profesionales que siempre han estado vinculados a la gestión de las farmacias.
Esto muy probablemente va a obligar a repensar cuál es su rol y si es que van a tener que hacer un ejercicio multidisciplinario. Así, entra mucho más en valor la gestión de informaciones. El químico farmecéutico va a tener que ver cómo se inserta en nuevas actividades clínicas que van a tener que ver más con la formación de esta gestión de informaciones. Por eso es importante que se implementen innovaciones en la gestión de información que miren a este milenio, y dejar de querer implementar prácticas que se han hecho en el pasado.
Ángela Flores, directora ejecutiva de Alafarpe
Reforzar indicadores sanitarios
Cualquier reforma o regulación tiene que apuntar a que el ciudadano peruano reciba un medicamento de calidad, eficaz y que sea seguro. Por eso considero importante que se refuerce en las instituciones de salud el seguimiento farmacoterapéutico. Este es el control farmacológico en donde la enfermera, junto al químico farmacéutico y el médico, verifican que el paciente está reaccionando bien o no a los medicamentos que ha comprado la institución. Es importante que se comuniquen los indicadores sanitarios, pues el peruano tiene que sentir que lo que compra e ingiere tiene un seguimiento farmacológico correspondiente para su seguridad y calidad garantizada.
Además, Digemid cuenta con un observatorio de calidad y otro de precios. Podríamos tener una unión de ambos, un cruce de sistemas, que brinde un análisis de qué medicamento está siendo efectivo a nivel nacional, que muestre la efectividad del dinero invertido.